Dijon: Una mezcla de historia y arte de vivir

Dijon no es sólo la capital de Borgoña, sino que también representa a la región Borgoña-Franco Condado y al departamento de Côte-d'Or. Su posición estratégica en plena campiña y entre dos ríos convergentes, el Suzon y el Ouche, le confiere un entorno excepcional para elaborar productos locales reconocidos y apreciados en todo el mundo. Detrás de su modesta reputación, es un destino cultural de prestigio, sobre todo entre los visitantes extranjeros que aprecian la gastronomía local. Esta histórica región francesa alberga numerosos edificios religiosos, y también es conocida como la "ciudad de los cien campanarios". En sus calles, podrá admirar la iglesia de Notre-Dame de Dijon, del siglo XIII, uno de los edificios más visitados y famosos de Dijon. También puede visitar la iglesia de Saint-Michel, del siglo XVI. La Cathédrale Saint-Bénigne, del siglo XIII, también merece una visita.

Además de sus innumerables carillones, Dijon posee un centro urbano cargado de historia. En sus calles se pueden admirar edificios renacentistas, góticos y casas medievales. Una de las más conocidas es la Maison Millière, hoy convertida en restaurante y salón de té. Entre todas las tiendas del hipercentro de Dijon, la Maison Millière es fácilmente reconocible. No olvide su cámara de fotos.

Otra de las proezas arquitectónicas de Dijon es el Palacio de los Duques de Borgoña. Construido en el siglo XIV, fue durante muchos años la residencia de Philippe le Bon. El edificio cuenta con dos torres, una de las cuales se conoce como "Torre de Philippe le Bon". Se puede subir a lo alto de esta torre para admirar la vista y contemplar más de cerca la ciudad, pero también para disfrutar de un aperitivo durante el día o al anochecer.

Donde hay patrimonio arquitectónico, hay museos. La ciudad de Dijon es un auténtico centro cultural, con numerosos lugares culturales que visitar: un museo de bellas artes, un museo arqueológico, el museo de arte sacro, el museo de la vida borgoñona, el museo Magnin, el museo Rude, el Consorcio, el museo de la electricidad de Borgoña, la ciudad de la gastronomía y un museo de historia natural. Cabe destacar que la mayoría de estas galerías ofrecen visitas gratuitas, que gustarán tanto a adultos como a niños. Así pues, Dijon es el lugar perfecto para visitar si busca una escapada cultural en Francia.

Si prefiere pasear por las callejuelas, Dijon cuenta con su propia ruta de senderismo, muy frecuentada cada año. Se llama el sendero de la Chouette (Lechuza), y pasa por veintidós puntos principales del centro histórico. Cada zona le llevará a un edificio antiguo, ya sea una iglesia, una casa o el palacio. En menos de una hora, podrá fotografiar estos diferentes lugares y acariciar el ala izquierda del búho tallado en la piedra. Existe la creencia de que, al realizar este gesto, sólo tendrá que pedir un deseo y se le concederá.

En el corazón de Dijon, también podrá disfrutar de una gran variedad de tiendas y restaurantes. Si busca un regalo para un ser querido o un recuerdo, las tiendas de Dijon venden ropa, sombreros, vinos de Borgoña, especialidades de Dijon como la mostaza, y mucho más. En cuanto a restaurantes, podrá descubrir la cocina borgoñona, especialmente la gastronómica.