Escapada gótica en la catedral de Saint-Bénigne de Dijon

La Cathédrale Saint-Bénigne de Dijon es un edificio de estilo gótico cuyas primeras estructuras datan del siglo XIII. Inicialmente, la iglesia formaba parte de la abadía de Saint-Bénigne, y no fue reconocida como catedral hasta 1792. Antes de eso, la iglesia de Saint-Etienne de Dijon era considerada la catedral de la ciudad. Aunque la antigua iglesia abacial no fue declarada monumento histórico hasta 1862, su cripta fue incluida ya en 1846.

La cripta fue mandada construir por un obispo durante el reinado de Clodoveo I, en el año 511. La finalidad original de la cripta era albergar el sarcófago de Santa Benigna de Dijon, mártir cristiana del siglo II. Tras esta construcción inicial, en 535 se edificó una basílica sobre la cripta. Este edificio permaneció inalterado hasta 871.

En 871, se inician las obras de una nueva abadía, Saint-Bénigne de Dijon. Los fieles comenzaron a reunirse allí, mientras que la fachada del edificio se deterioraba. Entre 1280 y 1393, la iglesia de Saint-Bénigne fue reconstruida en estilo gótico en el antiguo emplazamiento de la abadía, que entretanto se había derrumbado.

Una de las primeras características llamativas del interior de la catedral es su órgano. Construido por dos hermanos entre 1740 y 1745, cuenta con un manual de 32 pies. En aquella época, era el órgano más grande construido en la provincia.

El segundo detalle es el color de la piedra, que difiere entre la nave y el coro. Algunas investigaciones sugieren que, en la Edad Media, la piedra del coro era más ocre. Se han llevado a cabo varias restauraciones para intentar recuperar este mismo color. Aquí podrá admirar el interior del edificio y aprender más sobre los diferentes colores que presenta.

A ambos lados se alzan altas columnas que se elevan hasta el techo abovedado. Las vidrieras más altas del coro están separadas de las más bajas por un amplio paramento de piedra, una elección única y específica de la iglesia de Saint-Bénigne. La nave, por su parte, está decorada en estilo gótico borgoñón, sobre todo a través de los estrechos pasillos situados en la nave de la catedral. Gracias a los grandes ventanales, goza de una excelente luminosidad. A diferencia de muchas iglesias, las vidrieras más altas de ésta son de cristal blanco, lo que favorece la circulación de la luz.

A pocos metros, podrá visitar el museo arqueológico de Dijon. Instalado en la antigua abadía benedictina de Saint-Bénigne, posee una importante colección de objetos arqueológicos. Esta colección se inició en el siglo XVIII, por iniciativa de varios eruditos. No fue hasta 1934 cuando se eligió la abadía como sede de la exposición.

Entre los objetos expuestos en este museo arqueológico, descubrirá el paso del Hombre por Borgoña, a través de reliquias de la Prehistoria a la Edad Media. La vida cotidiana de la época galo-romana también se pone de relieve, tras las excavaciones realizadas en una villa de Selongey. También podrá disfrutar de una presentación del periodo merovingio, a menudo poco conocido, a través de una serie de joyas y armas.

Cuando visite este museo, descubrirá la arquitectura de esta antigua abadía de Saint-Bénigne. Basta con mirar hacia arriba para admirar la arquitectura interior, pero también aprovechar el acceso a otras salas. Además de la zona dedicada a los objetos arqueológicos, también podrá visitar la sala capitular, donde se reunían los monjes; el scriptorium, donde se escribían los manuscritos; el dormitorio y varias esculturas que aún se conservan.

Diríjase a Foodies, un restaurante del centro de Dijon que ofrece hamburguesas para morirse. La carta incluye recetas clásicas, pero también hamburguesas de autor, como la Foodies, con una sorprendente salsa de whisky. Entre las especialidades que no hay que perderse figuran las croquetas de epoisse, un delicioso queso típicamente borgoñón pero de olor muy fuerte...