Ninguna visita a Dijon está completa sin una visita a una fábrica de mostaza. La ciudad de los duques de Borgoña se ha comprometido a preservar su patrimonio local perpetuando la producción tradicional de mostaza. Fallot conserva desde hace décadas el saber hacer del artesano mostajista, moliendo los granos para preservar todo su sabor. La historia de esta fábrica de mostaza comenzó en 1840, y desde entonces no ha dejado de dar que hablar.
Situada en el corazón de Dijon, la tienda ofrece toda una gama de productos, desde mostazas hasta vinagres. Además, si visita Beaune, puede aprovechar un recorrido museístico para descubrir la mostaza de otra manera, mientras degusta los productos elaborados por esta fábrica de mostaza.