Estrasburgo por el Ill: visite la ciudad desde el río

El recorrido fluvial parte de la presa de Vauban, ofreciendo una espléndida vista de las afueras de la ciudad. Los puentes cubiertos que se divisan a lo lejos con sus torres fortificadas marcan la pauta de la época medieval que reinó en Estrasburgo. Muy pronto, hay que mirar a la derecha para contemplar el Museo de Arte Moderno y Contemporáneo, una arquitectura cúbica recubierta de paneles de cristal. El paseo da la impresión de viajar en el tiempo entre reliquias del pasado y arquitectura futurista.

El paseo continúa entre los muelles Mathiss y Marc Bloch para llegar al puente Louis Pasteur. En la orilla, justo antes del puente, observará un enorme árbol, el álamo euroamericano, originario de Norteamérica y el único del que se tiene constancia en Estrasburgo. Sus hojas triangulares, normalmente verdes, se vuelven amarillas en otoño.

En el siguiente cruce, gire a la izquierda hacia el Quai Louis Pasteur y continúe por la orilla hasta el Parc du Heyritz, un espacio verde que sigue el curso del río y se extiende por varias hectáreas. En su centro hay una explanada infantil con mesas de picnic.

Unos metros más adelante, un nuevo espacio verde bordea el río. El Parque de l'Etoile, mucho más industrializado, ofrece otra faceta de la ciudad, moderna y dinámica pero igual de acogedora.

La pasarela Chagall cruza el río y une el barrio de la Esplanade con la península de Malraux. Si tiene sed, el Barco Latino, una pequeña barcaza amarrada en el río Ill, ofrece deliciosos cócteles en un entorno de postal. Palmeras, chozas de paja, plataneras y sol forman parte de este interludio cubano.

A lo largo del Quai des Alpes, un pequeño puerto deportivo llama nuestra atención a la derecha. El Capitán Bretzel es un lugar original, una terraza flotante con sombrillas en verano y transformada en iglú en invierno, donde varios grupos pueden disfrutar de una fondue.

La aventura no acaba ahí, ya que la dirección también cuenta con un puerto deportivo donde se pueden alquilar barcos con patrón privado o coches de carreras eléctricos sin licencia. Es la ocasión perfecta para hacer un crucero en familia o con amigos y descubrir Estrasburgo desde el río, con una vista de 360°. Esta atracción fluvial cuenta con barcos espaciosos, personal atento y una travesía de 2 horas.

Siguiendo desde el Quai des Alpes, aparece un jardín a la izquierda. Se trata del Parque de la Citadelle, muy apreciado por los habitantes de Estrasburgo. Cuenta con varias canchas de baloncesto, zonas de juegos infantiles e instalaciones deportivas para los que quieran mantenerse en forma. Todo el mundo es bienvenido, incluso las mascotas. Dispone de una zona canina para que los perros también puedan disfrutar del césped.

Frente al jardín, un museo especialmente diseñado para los niños les introduce en el mundo de la ciencia. Es una forma divertida de experimentar y jugar con los elementos, como la luz, y descubrir ilusiones ópticas.

Un sendero sensorial espera a los más pequeños en el exterior, donde podrán observar la flora y la fauna. Se ha diseñado un bonito sendero sólo para ellos. Es un taller introductorio pero divertido, donde aprender está a la orden del día. Cerca de allí, en la cuenca de la Citadelle, le recomendamos una parada en el Faro de la Citadelle. Es el lugar perfecto para disfrutar de una copa en una terraza a orillas del río Ill.

Puede explorar las aguas de Estrasburgo subiendo por la cuenca de la muralla hasta la Iglesia Ortodoxa Rusa, un edificio religioso muy apreciado por fotógrafos y transeúntes curiosos. Situada a pocos metros del Parque de la Orangerie, es una de las iglesias ortodoxas más bellas de Francia. Su arquitectura se inspira directamente en el estilo tradicional ruso de la Edad Media y contrasta con el paisaje circundante. Se asemeja a un delicioso merengue, con sus curvas aireadas y sus frontones puntiagudos.

El edificio está cubierto por un magnífico tejado turquesa y 3 cúpulas en forma de cebolla, típicas de los edificios ortodoxos rusos. Cada una está rematada por una aguja dorada. En el interior, la sobriedad está a la orden del día.

Todos los domingos por la tarde, el monumento abre sus puertas a los visitantes acompañados de un guía de habla rusa que cuenta la historia de este lugar mágico.

La ruta termina en el corazón del barrio europeo de la ciudad. A orillas del Quai Jacoutot, el Parlamento Europeo se alza orgulloso ante nosotros. Un edificio circular rodeado de anillos metálicos de distintos tamaños. La ciudad de Estrasburgo fue elegida tras la Segunda Guerra Mundial para albergar las instituciones europeas, un lugar simbólico para la ciudad en la encrucijada de Europa.

En el Zehnerglock podrá degustar platos tradicionales y regionales, ¡pero eso no es todo! La cocina se dedica a perpetuar recetas de la gastronomía francesa, como las excelentes bouchées à la reine. Las recetas generosas elaboradas con ingredientes de calidad son el mantra de este restaurante típico de Estrasburgo.