Pamukkale, uno de los lugares turísticos más fotogénicos de Turquía, ya era conocido siglos antes de la invención del turismo y el desarrollo del yacimiento, hoy Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.
Pamukkale se encuentra en el interior, lejos de la costa del Egeo y sus playas y grandes centros turísticos costeros. Sin embargo, atrae a un gran número de visitantes, aunque sólo sea por un día. La razón: un paisaje casi único de deslumbrantes rocas de toba blanca, enclavado en medio de la verde pero seca campiña anatolia, bañada por el sol.