Éfeso y Pérgamo, maravillas de la Antigüedad

Pocos yacimientos arqueológicos reúnen el excepcional estado de conservación y la historia de Éfeso(Efes en turco), comparada a veces con Pompeya. Fundada a principios de la Antigüedad, la ciudad albergó durante mucho tiempo una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo, el Templo de Artemisa, hoy desaparecido.

Todavía se conservan otros vestigios que constituyen una prueba excepcional de la proeza arquitectónica grecorromana. Entre ellos, el gran teatro con sus 25.000 localidades (¡!), el ágora dominada por la emblemática biblioteca de Celso y su fachada magníficamente restaurada, los diversos templos y las bellas casas de los patricios, así como los primeros edificios cristianos, todo ello diseminado en un vasto espacio para visitar...

Estará realmente inmerso en una ciudad antigua, cuyo suelo ha sido pisado por Heráclito, Cleopatra, Marco Antonio y San Pablo... Para completar el cuadro, diríjase a la ciudad vecina de Selçuk, sede del Museo Arqueológico de Éfeso: un lugar lógico para pasar la noche.

Pérgamo fue una ciudad destacada durante el periodo helenístico, cuando se fundó el Reino de Pérgamo tras la muerte de Alejandro Magno, y siguió siéndolo hasta el largo periodo de dominación romana. Su población en aquella época se calcula en 200.000 habitantes.

Las dos ciudades, que ahora se encuentran a sólo dos horas en coche de Éfeso, fueron durante mucho tiempo rivales en Anatolia. El poder comercial de Pérgamo pronto se reflejó en la construcción de grandes monumentos como el Altar de Zeus (hoy expuesto en Berlín), templos como el dedicado a Atenea, gimnasios, palacios y, sobre todo, una prestigiosa biblioteca que rivalizaba con la de Alejandría.

Hoy en día, este notable conjunto domina la llanura agrícola de Bergama, hoy conocida como Pérgamo, desde lo alto de la Acrópolis. Es una buena subida, facilitada por la instalación de un teleférico.

Al otro lado de la ciudad, otro yacimiento arqueológico que no hay que perderse es el antiguo Asclepieion, un santuario dedicado a Asclepio, el dios de la medicina, donde la gente acudía a tomar las aguas para curarse.

Por supuesto, ambos yacimientos están declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Si desea visitarlos, el lugar lógico para alojarse es Bergama, una gran ciudad con un agradable casco antiguo, donde la principal atracción turística es la antigua Pérgamo.