Para deleite de los visitantes, esta zona es completamente peatonal. Las casas con entramado de madera y las callejuelas entrelazadas forman parte del encanto de este barrio. Se respira un ambiente cálido que invita a pasear y disfrutar del aire libre durante una tarde. Y menos mal, porque la mayoría de estas calles son calles comerciales.
Es el lugar perfecto para comprar algunos recuerdos de la ciudad. Además de las tiendas, también están los famosos bistrós locales: el Winstub. Un restaurante tradicional donde disfrutar de un delicioso chucrut o un streusel de mantequilla. Por suerte, todo está muy cerca.