Descubra el lago Wolfgangsee

Wolfgangsee, famoso por la calidad de sus aguas, es uno de los lagos más cristalinos de Europa. Recibe su nombre del municipio de St. Wolfgang, situado a orillas del lago y uno de los destinos turísticos más elegantes de Austria.

Con sus posadas tradicionales, sus destilerías de aguardiente galardonadas y sus hoteles gastronómicos de lujo, el lago es una delicia para los gourmets. Ya en el siglo XIV, los peregrinos se detenían en el lago para recoger su preciada agua, considerada curativa.

Hace 100 años, el lago también era un destino popular para artistas, escritores y aristócratas. Era el destino de vacaciones preferido de la familia Habsburgo, que dejó aquí su huella.

La residencia de verano de Francisco José y Sissi, conocida como la "Kaiservilla", es testimonio del amor de la familia imperial por los entornos naturales. Regalado con ocasión de su matrimonio por la archiduquesa Sofía, madre del Emperador, el edificio adopta la forma de la letra "E", en referencia al verdadero nombre de pila de la Emperatriz, "Elisabeth".

Su arquitectura neoclásica y su magnífico jardín inglés merecen una visita. El recorrido revela más sobre la vida privada de la pareja imperial, y también repasa importantes acontecimientos históricos, como el estallido de la Primera Guerra Mundial. Si no habla alemán, le entregarán un folleto en francés.

Percibido como una auténtica fuente de juventud, el lago es una excursión curativa para muchos austriacos, que aprecian la frescura del agua y su limpieza. El lago lo comparten las localidades de St. Gilgen, Strobl y St. Wolfgang, todas ellas con pequeñas (y asequibles) playas. Son pequeñas, por lo que hay que llegar pronto en la temporada estival para encontrar un sitio.

Le recomendamos que se dirija a la playa de St. Wolfgang, cercana al cementerio. De este modo, podrá aprovechar el día para visitar la encantadora iglesia de St. Wolfgang, con su sala del tesoro y el famoso retablo de Michael Pacher, que data de 1481. Si se queda unos días en la zona, o simplemente quiere comer algo, haga una parada en el tradicional Auberge du Cheval Blanc, famoso por su entorno, su spa y su cocina.

En verano, la zona es un paraíso para los excursionistas, mientras que en invierno se convierte en una renombrada zona de esquí. Entre las numerosas rutas de senderismo disponibles, recomendamos la que conduce a la cumbre de piedra de Falkenstein, que puede seguirse con una visita a la antigua ermita y su fuente termal.

Aunque la subida es bastante empinada, las vistas sobre el lago son espléndidas una vez alcanzada la cima.El itinerario de la ruta está disponible en línea.

Para los menos deportistas, considere tomar el teleférico de Zwölferhorn, que le deja a 1.225 metros hasta la cima de la montaña en el patio trasero de St. Gilgen, en sólo 11 minutos. Para un viaje más largo, puede optar por el tren cremallera (también conocido como SchafbergBahn), que une St. Wolfgang con la cima del Schafberg, a 1.782 metros sobre el nivel del mar. Esta actividad, que se ofrece de abril a octubre, dura 40 minutos y ofrece unas vistas panorámicas impresionantes.