Salzburgo: La ciudad de Mozart y los arzobispos austriacos

Salzburgo, literalmente "fortaleza de sal", es la capital del Estado federado de Salzburgo. Independiente durante mucho tiempo, no pasó a formar parte deAustria hasta 1816, después de haber pertenecido a Baviera durante seis años. Durante mucho tiempo formó parte del Sacro Imperio Romano Germánico.

Por eso, en Salzburgo se han construido numerosos monumentos sinónimo del poder de los príncipes-arzobispos. No es casualidad que Salzburgo sea conocida como la "Roma del Norte". Este título se debe también a ciertos privilegios: el arzobispo de Salzburgo, al igual que el Papa, tenía el poder de nombrar él mismo a los obispos de sus cuatro obispados. Y hasta 1806 reinó sobre el segundo estado eclesiástico más grande del mundo. La residencia de los príncipes arzobispos en Salzburgo, renovada en 2016 con el nombre de Dom Quartier, es un conjunto arquitectónico monumental testigo de este suntuoso poder. En la actualidad, alberga fascinantes museos (salas ceremoniales, pinacoteca, incluido el famoso cuadro de Rembrandt conocido como "La madre orante"), todo ello unido a la catedral (conocida como la Cúpula).

El aspecto grandioso del Domquartier contrasta fuertemente con las pequeñas calles de clase media, como la Greteidegasse (calle de los letreros). Situada en el casco antiguo (declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO), esta callejuela es famosa por sus numerosos letreros de hierro forjado. No todos datan de la misma época, pero todos están diseñados en el mismo estilo. La sucursal de McDonald's no es una excepción: ¡tiene uno precioso, al igual que Zara! Además de estas numerosas tiendas, Greteidegasse es también conocida por ser la calle donde nació Mozart en 1756.

Por ello, Salzburgo está indeleblemente ligada al célebre compositor, y sus habitantes siguen sintiendo fascinación por su niño prodigio. Puede seguir los pasos de Mozart, que está por todas partes en la ciudad: en la Plaza de Mozart se le dedica una soberbia estatua. Un poco más lejos, peregrine hasta la casa natal del compositor, y después al museo Mozarteum, otra casa-museo donde vivió más tarde.

Por último, puede asistir a una cena-concierto de Mozart en la posada más antigua de Salzburgo, Stiftskeller St Peter, que data del año 803, y escuchar el villancico "Douce Nuit Sainte Nuit", compuesto aquí mismo. En general, la música clásica sigue estando muy presente en Salzburgo, con numerosos conciertos organizados cada año en lugares excepcionales como el castillo de Mirabell.

Desde un punto de vista más moderno, Salzburgo es famosa también por ser el escenario de la película de Hollywood Sonrisas y lágrimas. Cada año, según la oficina de turismo de Salzburgo, 300.000 turistas acuden a visitar los lugares donde se rodaron las escenas de culto. Entre ellos, los jardines de Mirabell, el Manège des Rochers y el castillo de Leopoldskron.

Si se siente más deportista, no olvide que la ciudad también presume de un entorno natural excepcional, ya que se encuentra a los pies de los Alpes. Los excursionistas y otros amantes de la naturaleza podrán disfrutar de su deporte en la montaña (¡la presencia del funicular facilita mucho la ascensión!). La región de Salzburgo es un paraíso para los senderistas, con senderos de montaña salpicados de lagos y bonitos pueblos. En invierno, las pistas de esquí de Flachau están a sólo 50 minutos. Para conocer bien la ciudad y sus alrededores, tendrá que combinar visitas históricas, actos culturales y actividades al aire libre.