Un fin de semana en Salzburgo

Gracias a la rigurosa conservación de su excepcional tejido urbano, desarrollado entre la Edad Media y el siglo XIX, Salzburgo ha conservado un aspecto auténtico que atestigua su glorioso pasado. Nada como un paseo por la orilla derecha, en el "Altstadt" (es decir, el casco antiguo), para comprender la historia de Salzburgo.

Empiece por Getreidegasse, la calle donde nació Mozart. Con sus coloridas fachadas adornadas con delicados letreros de hierro forjado y sus comercios tradicionales, es típica de las pequeñas calles burguesas de Salzburgo. Le recomendamos echar un vistazo a algunas tiendas, como la del perfumista Douglas, o la del fabricante de botas Salamander, o parar a tomar un aguardiente en el "Fabricante de licores y ponches Sporer".

El estilo intimista de Getreidegasse contrasta fuertemente con el del barrio de Dom, que le recomendamos eludir. Sólo tardará unos minutos en recorrer este monumental complejo religioso, que contrasta con las estrechas calles de los barrios burgueses. Para comprender los orígenes de la ciudad, visite la Abadía de San Pedro (Sankt Peter Erzabtei) en el Domquartier. Este gran complejo benedictino, construido en estilo románico en el siglo XII, fue modificado tras los incendios.

La iglesia y el monasterio han sido restaurados en varias ocasiones, sobre todo por los arzobispos de la ciudad, lo que ha dado lugar a una hábil mezcla de estilos a caballo entre el barroco, el renacimiento y el rococó. La abadía atrae a muchos visitantes, ya que también es conocida por su cementerio y catacumbas, que se utilizaron como escenario cinematográfico para Sonrisas y Lágrimas.

Por la noche, si le apetece, diríjase a la plaza de Mozart, donde verá la estatua del famoso compositor.

A continuación, diríjase al restaurante Gasthof Goldgasse, situado, como su nombre indica, en el número 10 de la Goldgasse. En una casa de 700 años de antigüedad, podrá degustar sabrosos platos reconocidos por su excelencia.

El restaurante ha sido galardonado con un toque en la guía gastronómica Gault&Millau durante muchos años, y figura en la Guía Slow Food (movimiento internacional que promueve las tradiciones locales y el consumo de productos locales). Le recomendamos que pruebe uno de los grandes clásicos del restaurante: el pollo frito con ensalada de patatas, servido en una sartén de cobre. Los precios oscilan entre 16 y 28 euros por plato.

Puede alojarse en el lujoso Hotel Goldgasse. Entre 239 y 450 euros la noche en el corazón de la ciudad, en habitaciones modernas y elegantemente decoradas en madera.

Aunque la orilla derecha del Salzach es menos conocida y menos turística que la izquierda, también tiene cierto encanto. En primer lugar, está bordeada por un larguísimo carril bici que se extiende hasta las afueras. Si te sientes deportista, te recomendamos alquilar una bicicleta en la Place Mozart y participar en los paseos guiados que se ofrecen.

Si prefiere el senderismo, puede ir a Kapuzinerberg, una montaña boscosa frecuentada por rebecos. El paseo dura alrededor de hora y media y serpentea por la montaña, que se hizo famosa gracias a Stefan Zweig (escribió aquí su autobiografía "El mundo de ayer").

Si tiene la suerte de salir un jueves, ¿por qué no se da una vuelta por el famoso mercado de Schranne, donde encontrará magníficos productos regionales? De 5:00 a 13:00, 190 agricultores, productores y puestos de alimentación venden sus especialidades. Cómprese un picnic y disfrútelo en los jardines del cercano Château Mirabell. Decorados al estilo francés y bellamente floridos, son el lugar perfecto para relajarse. La entrada es incluso gratuita, así que ¿por qué privarse?

Por la noche, si le entra hambre tras un día inmerso en la naturaleza, haga una parada en el restaurante Mirabell, situado justo enfrente del castillo. Este elegante restaurante ofrece una deliciosa comida de 3 platos típica de la cocina austriaca.

Para pasar una buena noche, elencantador Hotel am Mirabellplatz, de 4 estrellas, está situado justo enfrente del Palacio Mirabell y del Centro de Congresos de Salzburgo. Ocupa un magnífico edificio del siglo XVII que fue residencia del arzobispo Paris Lodron. Las habitaciones están bien equipadas y el desayuno es abundante. El precio oscila entre 130 y 280 euros por noche.