El castillo de Mirabell y sus jardines

El palacio Mirabell, antes conocido como palacio Altenau, fue construido por orden del príncipe-arzobispo Wolf Dietrich de Raitenau. El clérigo, que padecía gota como consecuencia de un accidente vascular, quiso construirse un refugio lejos de las estrechas calles de la ciudad, para descansar en compañía de su amante, Salomé Alt. La unión entre un clérigo y la hija de un comerciante no fue bien vista, y el sucesor de Raiteneau, Mark Sittich von Hohenems, expulsó a Salomé Alt y a su familia del lugar en cuanto llegó al poder.

El nuevo arzobispo aprovechó la ocasión para rebautizar el castillo con un nombre inspirado en el italiano "mirabile", que significa "increíble" o "maravilloso". También encargó a Johann Lukas von Hildebrandt importantes obras de renovación y ampliación, que hoy confieren al castillo un soberbio estilo barroco. Este arquitecto, formado en la corte imperial de Roma, supo combinar los estilos italiano y francés, ambos famosos por su esplendor.

Más tarde, en 1690, el jardín de Mirabell fue rediseñado por el arzobispo Johann Ernst von Thun. Sus parterres geométricos franceses son característicos del Barroco. Le encantarán la variedad de colores, el "teatro de setos" de la parte occidental y la rosaleda (¡con más de 3 docenas de variedades en flor!).

El jardín también cuenta con varias obras de arte dignas de mención. Entre ellas, la fuente de Pegaso, construida en 1913 por Kaspar Gras, de Innsbruck.

A su vez, está rodeada por cuatro grupos de estatuas de Ottavio Mosto (1690) que representan los 4 elementos: fuego, aire, tierra y agua. Otras obras insólitas son las 18 figuritas del jardín, del siglo XVII, que inspiraron mucho más tarde el concepto de "gnomo de jardín".

Por otra parte, el jardín vivió un renacimiento cuando se utilizó como escenario cinematográfico para el musical de Hollywood Sonrisas y lágrimas. Recuerde la escena: María y los niños bailando alrededor de la fuente dedicada a Pegaso, frente al castillo, ¡cantando "Do Re Mi"!

También se puede ver el interior del castillo, pero sólo en parte, ya que algunas de las salas albergan ahora las oficinas municipales de Salzburgo.

Aún podrá ver la "Escalera de los Ángeles", llamada así porque conduce a los futuros novios al lugar donde se oficializa su unión.

La escalera conduce al "Salón de Mármol", una sala construida originalmente para los banquetes de los príncipes-arzobispos y que ahora se utiliza para bodas. La Sala de Mármol también fue escenario de varias actuaciones de Leopold Mozart y sus hijos, Wolfgang y Nannerl.

Siguiendo la tradición, el castillo organiza regularmente conciertos de música clásica. Casi todos los días, los melómanos pueden reservar asiento para disfrutar de la música de Haydn, Schubert, Beethoven y, por supuesto, Mozart.

La acústica es de primera categoría, al igual que los conciertos, que corren a cargo de la Sociedad de Conciertos de Salzburgo (Salzburger Konzertgesellschaft), reconocida por su pericia desde 1992.