La ciudad de Quiberon

Bordeando el océano, la bonita y pequeña ciudad de Quiberon, con sus opulentas casas frente al mar, tiene fama de ser el histórico bastión bretón de la pesca y el comercio de la sardina. En el siglo XIX, cuando Nicolas Appert hizo el revolucionario descubrimiento de la esterilización de los alimentos por calor, conocido como "enlatado apertizado", la ciudad se convirtió en el principal puerto sardinero de Francia y creó multitud de fábricas de sardinas en el barrio de Port-Maria. Muchas familias de toda Bretaña se trasladaron a Quiberon para aprovechar este nuevo auge industrial.

La ciudad se enriqueció y organizó en torno a esta actividad: los hombres iban a pescar mientras las mujeres trabajaban en las fábricas de conservas. La prosperidad de Quiberon la convirtió en la estación balnearia preferida de muchas celebridades del siglo XIX, entre ellas el escritor Gustave Flaubert. De todas las fábricas de conservas que florecieron en el puerto pesquero, sólo quedan La Belliloise y La Quiberonnaise, cuyas deliciosas latas con sus tradicionales ilustraciones se venden en todo el mundo.

Otra anécdota histórica: fue en Port-Haliguen, en 1899, donde el capitán Dreyfus regresó en secreto de la Isla del Diablo para asistir a su juicio.

Es, sin duda, el principal atractivo de la ciudad. Con una vista panorámica del océano y de Belle-île-en-mer hasta donde alcanza la vista, la Grande Plage de Quiberon, de 900 m de longitud, hace honor a su nombre. Orientada hacia el sur y protegida de los vientos costeros, esta magnífica franja de arena fina (¡especialmente bonita con marea alta!) es ideal para disfrutar de los placeres de la playa en Quiberon. Accesible a todos desde el paseo de la playa, su club infantil y su agradable chiringuito, Le Fisher , la convierten en un lugar muy apreciado por las familias (muy concurrido en verano). En julio y agosto, el baño está vigilado desde el puesto de socorrismo, y las personas con movilidad reducida disponen de un servicio de alquiler de sillas de ruedas durante medio día.

Con sus bonitas boutiques y restaurantes a orillas del mar, el paseo por la playa desde Port-Maria hasta el Casino también es muy agradable, sobre todo al final del día, cuando el sol incendia el océano y envuelve la arena en su luz dorada.

Si lo que busca es una merienda cálida y acogedora en cómodos sillones de ratán con vistas al mar, diríjase al salón de té LE GULF STREAM , que ofrece una amplia gama de tés, cafés y chocolates, así como una excelente repostería. Mención especial merecen la magnífica terraza con vistas a la playa y el delicioso gofre de caramelo con mantequilla salada. Le Gulf Stream abre de martes a sábado de 14:00 a 20:30 h.

Dé un paseo por Port-Maria para admirar el imponente faro verde y blanco, los coloridos y encantadores barcos pesqueros que se mecen tranquilamente en las aguas y el ir y venir de los transbordadores que sirven a las islas de Houat, Hoëdic y Belle-île. Camine hasta el final del embarcadero principal para disfrutar de una amplia vista de la Grande Plage y la bahía de Quiberon. Primer puerto sardinero de Francia en los años 50, Port Maria albergaba nada menos que 13 conserveras.

Hoy, las únicas supervivientes son las emblemáticas La Belliloise y La Quiberonnaise, cuyas tiendas, con sus magníficas fachadas azul y amarilla respectivamente, son auténticas cuevas de Ali-Baba para los amantes del pescado. Tartares artesanales de algas, copos de atún y mil y una latas de sardinas y caballas de sabores variados, desde los más naturales a los más exóticos, ¡no sabrá dónde meterse! La lata de sardinas "Tomillo-limón con pimienta Timut" es imprescindible. Son un regalo delicioso cuando llegas a casa. Ambas conserveras están comprometidas con la pesca responsable.

Horario de apertura de la tienda La Quiberonnaise: 7 días a la semana de abril a septiembre, de 9.00 a 12.00 h. y de 14.00 a 18.30 h.

Horario de la tienda La Belliloise: de lunes a viernes, de 9.00 a 12.00 h. y de 14.00 a 18.00 h.

Para conocer mejor el saber hacer de Quiberon y la fabricación de conservas de pescado, La Belliloise ofrece visitas gratuitas a sus talleres de producción, de lunes a viernes, a las 11.00 y a las 15.00 horas. No es necesario reservar. Acérquese a la tienda de Quiberon Plein-Ouest (Zone d'Activités Plein Ouest 56170 Quiberon) 15 minutos antes del inicio de la visita.

El bonito puerto deportivo de Port-Haliguen es otra de las visitas obligadas de Quiberon. Su faro de 1856 y sus muelles de piedra le confieren un encanto típicamente bretón irresistible. Dos esculturas del artista alemán Karsten Klingbeil añaden caché al lugar: el pescador sentado en su cajón, mirando hacia el horizonte, y la ondina, lista para zambullirse en las aguas. Cada verano, la Maison du phare expone obras de artistas de toda Francia, contribuyendo a hacer de Port-Haliguen uno de los lugares más inspiradores del mundo.