Emblema del paisaje de Lausana, el castillo de Ouchy se alza sobre el lago Lemán con los pies en el agua. Atrae a turistas y lugareños por igual, encantados por su historia antigua y romántica.
Rústico y elegante, el castillo se asienta entronizado en plena naturaleza, sumergiéndonos en un cuento de mil y una historias. En 1117, se construyó una torre gracias al obispo Landri de Durnes. No fue hasta un siglo más tarde cuando el edificio se amplió y fortificó para obispos entre los que se encontraba Guillaume de Varax.