Es una visita obligada durante su estancia en La Rochelle. Es imposible ignorar a estas tres grandes damas que vigilan la ciudad y custodian el puerto deportivo. A los simples curiosos les intrigará su arquitectura. Las tres son únicas, pero cada una tiene sus propios atractivos turísticos.
Los más intrigados llegarán a subir las escaleras, aunque sólo sea para disfrutar de la encantadora vista sobre el océano o el puerto de La Rochelle, que sólo puede admirarse desde arriba. Por último, los que quieran conocer sus secretos se tomarán el tiempo de adentrarse en cada una de ellas para visitarlas.