El castillo de Hasegg se terminó de construir en el siglo XIII. En aquella época, era un emplazamiento estratégico para proteger eficazmente las salinas, es decir, el lugar donde se producía la sal. También se utilizaba para vigilar de cerca la antigua ruta de la sal y la navegación fluvial (la posada era muy transitada).
El castillo toma su nombre del término "Pfannhauseck", que significa "esquina del edificio de la estufa". Originalmente, Hasegg estaba situado en la esquina de un edificio de fabricación de sal utilizado para calentar la salmuera.