Visita a la basílica de Wilten

La basílica de Wilten, un poco alejada en las afueras de Innsbruck, es un notable ejemplo de la arquitectura austriaca del siglo XVIII. De hecho, tiene fama de ser una de las iglesias rococó más bellas del país, y la segunda más grande de la ciudad después de la iglesia abacial premostratense. Esta joya arquitectónica se encuentra en la carretera del puerto del Brennero, cerca del salto de esquí de Bergisel. Si le apetece, puede combinar estas dos visitas.

La basílica perteneció originalmente a los premostratenses, sacerdotes que combinaban el ministerio sagrado con una vida contemplativa. Cuando reconstruyeron el edificio en 1259, lo elevaron a la categoría de parroquia, lo que atrajo a peregrinos. Más tarde, en el siglo XVIII, el abad Franz de Paula Penz amplió el edificio: recurrió a los mejores artistas bávaros de la época para decorarlo con sublimes dorados y frescos.

La basilique de Wilten
© diegograndi / 123RF

¿Por qué ir allí?

La fachada de la basílica, pintada en blanco y ocre, está formada por dos torres gemelas que rodean una estatua de la Virgen María. Es una estructura original, pero en absoluto te prepara para el esplendor del interior de la basílica.

El interior ricamente decorado de la basílica de Wilten
© klug / 123RF

Al entrar, impresionan las altas bóvedas y la profusión de mármol blanco y dorado. La basílica tiene una sola nave con enormes pilastras. Las pinturas del techo, en tonos rosa suave, verde y dorado, bien merecen una visita.

Estas delicadísimas pinturas, obra del artista Matthaus Gunther, representan famosas escenas bíblicas con varias mujeres. En particular, hay una hermosa pintura de Judit mostrando la cabeza de Holofernes al pueblo, como símbolo de su victoria sobre el mal.

© Innsbruck Tourism Official Channel / YouTube

También se pueden admirar estatuas de artistas famosos como Franz Xaver Feichtmayr y Anton Gigl. La estatua de la Virgen María, situada en el altar mayor, es la más importante de la iglesia: ¡ha sido objeto de peregrinación desde la Edad Media! Conocida como "Nuestra Señora de las Cuatro Columnas", todavía hoy atrae a muchos peregrinos, tanto por su soberbio estilo gótico como por los milagros que se supone que realiza.

¿Una Virgen adorada por legionarios romanos?

Cuenta la leyenda que, durante el Imperio Romano, los legionarios veneraban aquí la efigie de una Virgen llamada "Veldidena". Los arqueólogos han encontrado restos de una iglesia paleocristiana del siglo V bajo la basílica, lo que confirma esta hipótesis.

Cuenta la leyenda que, durante el Imperio Romano, los legionarios veneraban aquí la efigie de una Virgen llamada "Veldidena". Los arqueólogos han encontrado restos de una iglesia paleocristiana del siglo V bajo la basílica, lo que confirma esta hipótesis.

Los pequeños cantores de Wilten

¿Sabía que la basílica albergaba también "les petits chanteurs de Wilten", el coro más antiguo de Europa, fundado en el siglo XIII?

Se puede asistir regularmente a actuaciones durante las distintas fiestas religiosas (en torno a Pascua o Navidad). Es un momento muy emocionante, cuando los 190 niños y jóvenes, dirigidos por Johannes Steche, cantan con sus claras voces las más bellas arias religiosas de Bach.

© wiltenboyschoir, Wiltener Sängerknaben, Knabenchor / YouTube

👛 Entradas entre 9 y 15 euros en la puerta, y entre 5 y 12 euros por anticipado.

por Naomi Tapiero
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