El tejado dorado fue diseñado entre 1497 y 1500 por Nikolaus Türing. Los frescos de la fachada se atribuyen a Jörg Kölderer, pintor de la corte. Aunque la ostentación y el glamour del tejado retendrán su atención durante unos instantes, también le recomendamos que se detenga en los relieves delicadamente esculpidos de los balcones.
El Tejado Dorado es el lugar perfecto para descubrir el alma de Innsbruck. Es el monumento más fotografiado de la ciudad y de Austria. Construido en 1500 a petición de Maximiliano I de Habsburgo para celebrar su boda con Blanche Marie Sforza, este balcón atrae a los curiosos por su esplendor y belleza. Está recubierto de 2.657 baldosas de cobre dorado que brillan a la luz del sol. Originalmente, el edificio se utilizaba como albergue para los torneos de caballeros. Para Maximiliano I, también era un lugar privilegiado para lucirse ante el pueblo y saludar a las multitudes reunidas en la plaza. Hoy en día, el interior del edificio alberga un fascinante museo de historia que explica en detalle los orígenes del Tejado Dorado.
Aún hoy, sigue siendo el epicentro de la ciudad, con muchos otros monumentos importantes a su alrededor. También es una zona muy animada de la ciudad, donde encontrará multitud de restaurantes y cafés para tomarse un descanso.
Arquitectura notable
El tejado dorado fue diseñado entre 1497 y 1500 por Nikolaus Türing. Los frescos de la fachada se atribuyen a Jörg Kölderer, pintor de la corte. Aunque la ostentación y el glamour del tejado retendrán su atención durante unos instantes, también le recomendamos que se detenga en los relieves delicadamente esculpidos de los balcones.
Representan los escudos de armas de los ocho países gobernados en aquella época por el emperador Maximiliano. Su estilo, muy fino y detallado, atestigua la transición entre el arte gótico tardío y el Renacimiento temprano.
Pero no se equivoque: no se trata de relieves originales, sino de copias. Por razones de conservación, las versiones auténticas se conservan en el Museo del Toit d'Or desde 1952, para protegerlas de posibles daños.
Visitar el museo Petit Toit d'or
No se limite a mirar el exterior del edificio. Dentro, te espera un museo apasionante. Abierto desde 2019, ofrece 6 áreas de exposición diferentes. Conocerás la vida cotidiana de los habitantes de Innsbruck en la época en que se construyó el edificio, pero también la personalidad de Maximiliano I, un emperador ambicioso que fue capaz de extender el dominio de los Habsburgo por todo el mundo.
El museo detalla varias anécdotas divertidas. Por ejemplo, nos enteramos de que los relieves de la fachada que representan a Maximiliano I con sus dos esposas no son una representación del amor, sino más bien de la política.
El emperador no quería enemistarse con los aliados de su primer matrimonio. Su primera esposa, María de Borgoña, había fallecido en 1482, por lo que volvió a casarse con Blanche-Marie Sforza en 1494. Maximiliano, consciente de lo que estaba en juego con su primer matrimonio (había que preservar los vínculos con el ducado de Borgoña y los Países Bajos borgoñones), quiso que su primera alianza figurara en la fachada.
El museo también ha pensado en los niños: toda una sección de la exposición está dedicada a ellos, con instalaciones interactivas sobre la vida en la Antigüedad. También pueden participar en una búsqueda de enigmas dentro del museo. Durante su visita, tendrá la oportunidad de subir a lo alto del edificio, justo donde el emperador acudía a ver los duelos. Es el lugar perfecto para tomar una foto panorámica del centro de la ciudad. La audioguía está incluida en el precio de la entrada.
¿Dónde comer cerca de Toit d'or?
Alrededor de la pequeña azotea dorada, hay mucho donde elegir en cuanto a restaurantes. Si quiere comer en el centro mientras disfruta de la paz y la tranquilidad, le recomendamos que haga una parada enel Café Restaurant Dengg. Situado a sólo 1 minuto a pie del Pequeño Tejado Dorado, está escondido en una pequeña callejuela, lo que le da un toque íntimo y acogedor. Los precios oscilan entre los 13 y los 50 euros, dependiendo del refinamiento de los platos. Además de la calidad de su comida, el Café Restaurant Dengg tiene la ventaja de estar abierto hasta tarde: de lunes a sábado, recibe a sus clientes desde las 8.30 de la mañana hasta medianoche.