Los pastos de alta montaña, donde el pastor y su rebaño viven en armonía con la naturaleza, se denominan alpages. En Saboya y Alta Saboya, la mayoría de los pastos de montaña se encuentran a altitudes comprendidas entre 1.200 y 2.500 metros. Son principalmente pastos lecheros.
Los pastos alpinos, al igual que el pastoreo, forman parte del patrimonio cultural e histórico de los Alpes. Cada año, desde hace siglos, los pastores llevan a sus animales a los prados de montaña a finales de mayo, durante el periodo de trashumancia, también conocido como remue.