Flaine: Descubra todo lo que hay que hacer en la famosa estación invernal de Flaine.

Estación vanguardista de deportes de invierno en Alta Saboya, Flaine forma parte del dominio esquiable del Grand Massif (Samoëns, Carroz d'Arrache, Sixt Fer à Cheval y Morillon). Construido en los años 70, su estilo arquitectónico dista mucho de los chalets tradicionales de montaña. Si bien a algunos les pueden echar para atrás estos bloques de hormigón enclavados en un entorno natural excepcional, los amantes de la arquitectura verán en esta estación una audaz creación artística.

Para comprender y apreciar el estilo de Flaine, conviene hacer un poco de historia. En 1959, Eric Boissonas, geofísico de los Pirineos, y su esposa Sylvie, descubrieron un gran circo natural a 1.600 metros de altitud, en el valle natural de Flaine. Decidió construir una estación de esquí en este emplazamiento, ideal para el sol y la nieve.

Este amante de la montaña y entusiasta del arte moderno se rodeó de un equipo de arquitectos entre los que se encontraban Charvaz Chappis, Pradelle, Gaillard y el célebre Marcel Breuer para esta increíble aventura saboyana en la Francia de los Treinta Gloriosos. Se puso en marcha un proyecto fenomenal, y nada se dejó al azar.

Una vez construida la carretera, se prestó especial atención al suministro energético de la estación. La red de gas de la ciudad y los cables eléctricos enterrados son sólo algunas de las medidas ecológicas de vanguardia.

La construcción duró de 1960 a 1976, pero Flaine se inauguró oficialmente en 1968. Y aunque la arquitectura pueda parecer chocante hoy en día, los materiales se eligieron a juego con las montañas: hormigón a juego con las rocas y madera a juego con los abetos.

La estación de esquí de Flaine está dividida en cuatro aldeas: Montsoleil, Front de Neige, Flaine Forêt y Flaine Forum. Al pasar de una estación a otra, los visitantes observarán vestigios de la decoración del pasado que, aunque escasos, forman parte de la identidad de la estación. Las farolas, los nombres de edificios grabados, la terraza suspendida del antiguo hotel Flaine, los ascensores inclinados, así como elementos arquitectónicos interiores de época como la chimenea del hotel MMV y, lo mejor de todo, las famosas obras de arte expuestas en el exterior. Pocas estaciones pueden presumir de tener un Picasso, un Dubuffet o un Vasarely.

Todos estos elementos explican por qué Flaine figura en el inventario suplementario de monumentos históricos. Esta estación peatonal tiene mucho para sorprender a los visitantes. Su capilla ecuménica y su auditorio, famoso por su excepcional acústica, son sólo dos ejemplos que confieren al conjunto de Flaine un aire refinado y decididamente moderno.

Tanto en verano como en invierno, la estación alpina de Flaine ofrece multitud de actividades deportivas y culturales. Las pistas de esquí, muy frecuentadas en invierno, dan paso en verano a numerosas rutas de senderismo y bicicleta de montaña. Alcanzar la cima de las Grandes Plâtières y admirar el impresionante panorama del Mont Blanc es una de las sensacionales experiencias que se pueden vivir durante una estancia en Flaine.

La oferta de excursiones organizadas es constante y se adapta a todo tipo de veraneantes y aficionados al deporte, mientras que el centro de arte de Flaine hace las delicias de los amantes de las esculturas y las exposiciones etnográficas sobre los "deportes de montaña". Por último, Flaine es también una estación famosa por sus excepcionales restaurantes y hoteles. Saboree la mejor cocina saboyana del Grand Massif en el increíble entorno de Flaine.