Descubra el barrio de cuento de Petit-Champlain, en el Viejo Quebec

Este pequeño barrio, con su centenar de metros de calles peatonales, es uno de los destinos turísticos más populares de la ciudad. Tan coqueto como acogedor, el barrio ha pasado por numerosas fases de reurbanización desde su creación. Hoy en día, y desde 1985, está protegido por la Coopérative de solidarité du Quartier Petit-Champlain, una agrupación de artesanos unidos en torno a los mismos valores culturales y turísticos, para promover el barrio. Cada año, en Navidad, el barrio atrae a multitud de turistas por su ambiente digno de una película de época.

"Pequeña calle Champlain" era un apodo utilizado para distinguir esta calle del cercano bulevar de Champlain. En el siglo XIX, toda la zona de Petit-Champlain estaba completamente insalubre y degradada. Las casas estaban en ruinas y los habitantes eran muy pobres. Tras muchos años de miseria, entre 1970 y 1980 se puso en marcha un proyecto de rehabilitación. El proyecto fue iniciado por un empresario y un arquitecto, deseosos de revivir la tradición artesanal y comercial del barrio. En 1985, los artesanos y residentes locales se unieron para formar la Coopérative de solidarité du Quartier Petit-Champlain. Hoy, la cooperativa es meticulosa en la elección de los expositores y de los productos que se venden en las calles peatonales de Petit-Champlain. La cooperativa, comprometida y solidaria, ha hecho un brillante trabajo para mantener una tradición y un ambiente de cuento.

El distrito de Petit-Champlain está enclavado junto al río San Lorenzo y el Cap Diamant. Está rodeado por el viejo Quebec.

Paseando por el barrio de Petit-Champlain, las fachadas de piedra de varios pisos y las prominentes ventanas abuhardilladas recuerdan a la arquitectura francesa. ¿La gran diferencia? Si paseas por Petit-Champlain en invierno, la nieve en los tejados de las casas te recordará rápidamente que estás en el Gran Norte.

Ya sea en Montreal o en Quebec, el arte callejero ocupa un lugar especial en las ciudades quebequenses. En el barrio del casco antiguo, se puede pasear de mural en mural por la decoración urbana con gusto. La mayoría de los murales de Petit-Champlain son ventanas artísticas al pasado del distrito. Descubra a sus habitantes y su vida cotidiana mientras viaja en el tiempo hasta la fundación de Quebec hace más de 400 años.

Compras en Petit-Champlain

Artesanos de Quebec

Este barrio es un escaparate de las tradiciones y los artesanos de Quebec. Encontrará una docena de tiendas de artesanía en las calles peatonales. Dese el capricho de ir de compras, como dicen los quebequeses.

Aquí están nuestras 3 boutiques artesanales favoritas:

• Atelier La Pomme: encuentre una treintena de diseñadores quebequeses en esta boutique de moda que promueve los talleres quebequeses del sector de la moda y la confección. Abre todos los días de 10.00 a 17.00 h.

• Boutique Artnika: productos hechos a mano, artículos de decoración, accesorios, bolsos, carteras de cuero, tarjetas de felicitación en 3D y ropa para regalar a sus seres queridos. Abierto todos los días de 10.00 a 17.00 h.

• Charlevoix Pure Laine: esta suave boutique está especializada en la recuperación y transformación, o más bien sublimación, de la lana. Chales, cuadros escoceses, jerseys y otros artículos de invierno. Abierto todos los días de 10.00 a 17.00 h.

Place royale, símbolo del barrio de las hadas

Esta plaza, situada justo enfrente de la iglesia Notre-Dame-des-Victoires, es el símbolo del barrio de Petit-Champlain. Cuna de la ciudad de Quebec y lugar de la primera tienda de Samuel Champlain, es un lugar agradable y acogedor. En los días soleados, podrá relajarse en las terrazas de los cafés y restaurantes, mientras que en invierno, la plaza se convierte en el pedestal del enorme árbol de Navidad del distrito.

Iglesia de Notre-Dame-des-Victoires

Desde 1688, esta iglesia se erige orgullosa como la iglesia de piedra más antigua de Norteamérica. Casi destruida durante la batalla de las Llanuras de Abraham, el monumento fue completamente renovado en 1816. En la actualidad, es el símbolo del barrio y acoge a curiosos y fieles durante todo el año.

El antiguo funicular

Para subir a las terrazas de Dufferin, en Cap Diamant, hay que tomar el funicular. El funicular asciende suavemente por la colina y permite admirar la magnífica vista del barrio de Petit-Champlain, el río San Lorenzo y Lévis al otro lado.

La escalera de caracol para comer o beber algo

Si no le gusta la altura del funicular, la escalera de caracol al final de la rue du Petit-Champlain le llevará hasta Cap Diamant. Es difícil saber por qué los ingleses la apodaron "breakneck steps", pero es la escalera más antigua de Quebec, construida en 1980, y está repleta de restaurantes por si se siente cansado durante la subida.

Bistrot le Pape George

Para los amantes del vino, este pequeño bistrot del "8 ¼" rue du Cul-de-Sac, sirve vinos de calidad a precios competitivos. El ambiente y la decoración son rústicos pero modernos. La piedra y la madera aportan un toque cálido. Las especialidades de la casa son la bisque de langosta y las tablas para compartir.