Su formación
Aunque el enorme agujero parece haber sido excavado por el impacto de un gigantesco meteorito, no es así. Su formación es puramente volcánica, más concretamente un cráter Maar. Este término se refiere a un cráter formado por una explosión volcánica. La explosión se produce por el encuentro del magma ascendente y las aguas subterráneas, creando una enorme cantidad de vapor. Este vapor queda atrapado en el interior del volcán, provocando un enorme aumento de presión que acaba cediendo en una explosión, con rocas que salen despedidas de la misma forma que un corcho de champán.
El lago
En su centro se encuentra la principal atracción del lugar: el lago, totalmente cubierto de blanco. Esta capa inmaculada es en realidad sal, o más bien cristales de fosfato que se han ido acumulando aquí durante años y años. En cuanto al agua, no es más que agua de lluvia. Es el encuentro entre esta agua tan común y esta formación geológica única lo que ha contribuido a la acumulación de sal.
Su forma perfectamente redonda, similar al impacto de un meteorito, y la acumulación de cristales blancos crean un paisaje lunar que merece la pena contemplar.