Descubrir la capital Pointe-à-Pitre

Cuando llegue a Guadalupe, o antes de abandonar el archipiélago, dedique un día a explorar el centro de Pointe-à-Pitre. Después de desayunar en uno de los muchos cafés del centro, aproveche el aire fresco de la mañana para visitar el puerto deportivo de Bas-du-Fort. Idealmente situado, este puerto de cruceros acoge la llegada de la famosa regata transatlántica en solitario, la Route du Rhum, que parte de Saint-Malo cada cuatro años.

Los más deportistas quizá prefieran dirigirse a una de las playas locales para practicar submarinismo, snorkel o esquí acuático. Según la época del año, podrá avistar una tortuga, un tiburón limón o una manta raya. A la hora de comer, diríjase al famoso mercado de especias de Saint-Antoine para pasear por los pasillos y comprar algo de comer. Le espera una explosión de colores y olores: frutas, verduras, pescado fresco, botellas de ron... Y no se vaya sin probar y elegir algunas de las especias locales, como la sal caribeña, el caramelo-grillade, la vainilla y el colombo. Los dependientes, a menudo ataviados con trajes tradicionales, estarán encantados de echarle una pizca de una especia en la mano y darle valiosos consejos sobre cómo cocinarlas.

Por la tarde, diríjase a la plaza de la Victoire, donde descubrirá la típica arquitectura militar y colonial, sobre todo al pasar por el edificio de la Prefectura de Sous y las casas criollas. La plaza acoge regularmente espectáculos, conciertos y festivales de jazz, y si el calor aprieta, refúgiese en el Museo Saint-John Perse, dedicado (como su nombre indica) a Alexis Léger, alias Saint-John Perse, Premio Nobel de Literatura en 1960. Periódicamente se organizan exposiciones temporales. También puede aprovechar su estancia para descubrir la catedral neoclásica de San Pedro y San Pablo, con su palacete de mármol del siglo XIX.

Para aprovechar al máximo su estancia en Pointe-à-Pitre, opte por un alojamiento en pleno centro de la ciudad. El barrio de Abymes, un poco más alejado pero igual de encantador, también ofrece grandes posibilidades de alojamiento económico. Por último, las parejas o personas en busca de tranquilidad apreciarán el ambiente relajado del barrio del puerto deportivo.

Por el contrario, algunas zonas de Pointe-à-Pitre tienen mala reputación. Por su seguridad, sobre todo de noche, le aconsejamos que evite las zonas periféricas como La Croix, Vieux-Bourg, Mortenol, Carénage y Grand Baie.

Consejo: el aeropuerto principal de Guadalupe está a diez minutos del centro de Pointe-à-Pitre. Hay muchos taxis disponibles para llevarle hasta allí a precios razonables, a cualquier hora del día o de la noche. Así que no dude en reservar una noche en esta ciudad a su llegada y/o la víspera de su partida.

Si le gusta la cocina picante, Guadalupe es su lugar. Para degustar las especialidades culinarias caribeñas, diríjase al popular restaurante La Kaz a soup (An Chodyè La), en el centro de Pointe-à-Pitre. En cuanto al pescado, pruebe el bacalao finamente especiado o las accras de mandioca, así como otros mariscos. El colombo de pescado también es un plato muy popular, y también se cocina con pollo. Los platos suelen servirse con arroz y una salsa. Pruebe la inevitable salsa de perro, hecha con cebolla, tomate, ajo y guindilla.