El lago de Aiguebelette, un lugar mágico para reponer fuerzas

Tercer lago natural de Francia, situado a 373 metros de altitud entre Lyon y Chambéry, el Lac d'Aiguebelette debe su nombre a su magnífico color verde esmeralda. Sus orillas, unidas a las dos islas situadas al sur del lago, crean la atmósfera de una laguna alpina en un ecosistema salvaje y virgen. Es tan popular entre los pescadores por su diversidad ecológica como entre los bañistas por la pureza de sus aguas. Para preservar este rincón del paraíso, la navegación está regulada y las lanchas motoras prohibidas.

Se han construido 7 playas a lo largo de los 14 km de ribera. Las de St Alban y Pré-argent son especialmente adecuadas para familias, con zonas de juegos e hinchables. La playa de Bon Vent, con su césped a la sombra, es ideal para ir de picnic, mientras que la de La Crique es de fácil acceso, ya que está junto a la autopista. El acceso es de pago en verano y gratuito el resto del año. Los pueblos de los alrededores han conservado su carácter auténtico, con numerosos ejemplos de vida rural cuidadosamente restaurados en un entorno especialmente florido.

Mundialmente conocido por suremo, el lago Aiguebelette ha acogido numerosas competiciones nacionales e internacionales, incluido el campeonato del mundo de 2015. El centro de remo se encuentra en la carretera de la playa, entre las playas de Pré-argent y Sougey. Hay muchas otras actividades acuáticas, como surf de remo, paseos en barco, piragüismo y, por supuesto, natación, que está supervisada de junio a agosto. En verano, la temperatura del agua oscila entre 24 °C y 26 °C, ¡la temperatura ideal!

Pero el lago no es sólo para los deportes acuáticos: hay muchas actividades terrestres y aéreas igual de populares. Los amantes de las emociones fuertes pueden sobrevolar el lago en parapente o ultraligero, o contemplarlo desde las alturas tras una vía ferrata. No lo dude, esto también es posible tras una simple caminata. Para los niños, la playa de Sougey ofrece paseos en poni y un espectacular accrobranche con vistas al lago. No muy lejos, al Sur, la Chartreuse es un macizo virgen que seducirá a los amantes de los grandes espacios. Las orillas del Ródano harán las delicias de los amantes del ciclismo.

A lo largo de todo el año, el lago alberga una gran variedad de especies animales y vegetales. Mientras que la zona de aguas abiertas alberga varias especies de peces emblemáticas del lago, como el Lavaret, esta biodiversidad está presente esencialmente en las orillas, que han permanecido en gran parte naturales. El principal reto actual es preservar los cinturones vegetales acuáticos y terrestres, que desempeñan un papel esencial en el mantenimiento de la biodiversidad (zonas de alimentación, reproducción y protección) y contribuyen a mantener la calidad del agua. En este sentido, algunas partes del litoral están protegidas por decreto desde 2001.

El lago de Aiguebelette está muy bien comunicado por la autopista A43. Una salida de la autopista conduce directamente al norte del lago. Se tarda 45 minutos en coche desde Lyon, 5 horas desde París y 3 horas desde Marsella. Si viaja en tren, tendrá que bajarse en Lépin le Lac y seguir su propio camino: a pie si su coche de alquiler está cerca, o en bicicleta. Los fines de semana de verano, el tráfico alrededor del lago puede ser un poco denso, sobre todo al volver de las playas.

El lago de Aiguebelette no es la única atracción de la región, y la ciudad de Chambéry también merece una visita. Esta ciudad medieval, enclavada en las montañas, ofrece un sinfín de actividades culturales. Otro clásico de la región es la excursión al lago Bourget, que recorre unos 60 km de terreno bastante accidentado. Si sólo le interesan las vistas, diríjase al Col du Chat, La Chambotte, Pragondran u Ontex, entre otros.