El pueblo de Larrau, las gargantas de Olhadubi y la pasarela de Holzarte

Enclavado bajo el Pic d'Orhy, el pico más alto del País Vasco, Larrau es sin duda uno de los pueblos más pintorescos de la región. Aunque es muy pequeño y el punto de partida de muchos paseos, no deja de ser muy interesante. Con sus tejados de pizarra, sus calles empinadas y sus frondosas colinas verdes alrededor, Larrau tiene un ambiente de montaña infinitamente relajante. Los amantes del patrimonio podrán admirar la hermosa iglesia románica de San Juan Bautista, construida en 1193 y declarada monumento histórico en 2003. Precio: audioguía de 2 euros durante 45 minutos (visita autoguiada). Una magnífica visita que le hará sentir la autenticidad de Soule.

Larrau sigue inmerso en la tradición del pastoreo, la práctica ancestral de llevar el ganado a tierras más altas en verano para liberar los prados del valle y abastecerse de hierba y heno para el invierno. Durante estas trashumancias, que duran de mayo/junio a septiembre, los pastores y pastoras viven con sus rebaños en cabañas llamadas "cayolar" u "olha" en soulain. Es en estas cabañas donde elaboran sus quesos de verano de sabor especial. Para conocer mejor esta actividad, ¿por qué no visita un pasto de montaña? El pastor Francis Pineau presenta sus habilidades y le recibe de 9 a 13 h en su cayolar, cerca de las gargantas de Holzarte (accesible en coche o a 2 h a pie). Para más información, llame al 06 70 63 77 11

Si busca buena cocina local en un entorno idílico, el logis hôtel Etchemaite no sólo ofrece habitaciones con encanto, sino también un bonito restaurante con unas vistas magníficas de las montañas circundantes. Los platos son sencillos, buenos y asequibles. Nos encanta el plato de quesos locales de oveja acompañados de mermelada de frutos rojos.

El municipio alberga también uno de los parajes más extraordinarios de la región: el desfiladero de Olhadubi, un impresionante cañón excavado por el río Olhadoko Erreka y atravesado por el famoso puente de Holzarté, un puente colgante de 70 metros de longitud. Desde una altura de 150 metros, desde la que sólo se adivinan las profundidades del cañón, ofrece una impresionante panorámica del paisaje circundante y la asombrosa sensación de flotar sobre el vacío. Se advierte a los propensos al vértigo. El puente colgante se construyó en 1920 para permitir a los leñadores llegar rápidamente a los bosques del otro lado.

Una cosa es segura: ¡los amantes del senderismo están de enhorabuena! El inicio del sendero que lleva a la pasarela se encuentra en L'auberge Logibar, en la D26, a 14 km de Tardets. Hay un aparcamiento disponible. La ruta (muy bien señalizada) remonta el río Olhadoko Erreka, que serpentea por las gargantas, antes de adentrarse en el bosque y emprender un viaje encantador, bañado por el fresco aroma del musgo y el sonido de las cascadas que caen por las paredes rocosas.

La vista panorámica de las montañas que le espera en la meta compensa con creces el esfuerzo físico. Cuando, según el tiempo, las cumbres se cubren de niebla, el paisaje pasa de soberbio a mágico. Pero cuidado: sitios excepcionales significan multitudes excepcionales. En verano, el sendero está muy concurrido, sobre todo por la tarde. Para vivir un momento de comunión mística con el bosque, lo mejor es levantarse (¡muy!) temprano y emprender una excursión matinal.