Descenso del Isère: cuidado con las salpicaduras

Afluente del Ródano por la margen izquierda, el Isère nace en el Parque Nacional de la Vanoise. Este gran río de 286 kilómetros de longitud ofrece numerosas actividades náuticas, según la temporada. Piragüismo, kayak, barranquismo, natación, hidrospeed y, sobre todo, rafting son muy populares entre los turistas de montaña en verano. Los rápidos aumentan el desafío, las cascadas el asombro y los recuerdos que permanecerán en su memoria: ése es el programa de este viaje por el Isère.

El Isère es un río caudaloso, con muchas corrientes y un caudal muy rápido. El relieve es variado y en estos 286 kilómetros de agua hay algunas cascadas muy bonitas. Las cascadas de Pissou, de la Roche, de la Pisse, de l'Alloix y de la Fauge son lugares estupendos para ver y pasear si su viaje le lleva a los alrededores.

En familia o con amigos, ¡todos en el mismo barco! La coordinación y la adaptación son las claves del éxito en este descenso (que exige un poco de ti). Hay varias opciones para elegir, de 8 a 20 kilómetros. Dependiendo de la ruta que elijas, hay más o menos puntos de interés. No se asuste por los kilómetros sobre el papel: ¡se pasan volando con la velocidad de las corrientes del río!

La excursión de rafting desde Bourg-Saint-Maurice es una buena manera de que los principiantes descubran este deporte de aguas bravas, ya que un guía les acompaña. En una balsa hinchable, en grupos de cinco a ocho personas, todos reman para dirigir el equipo a lo largo de la ruta prevista.

Es una actividad bastante cara, pero el apoyo de un profesional justifica el precio, que también incluye el transporte en lanzadera y el equipo necesario para el descenso. Dirigido por dos compañeros al frente, el barco es una auténtica cuna de emociones, y los cascos y chalecos salvavidas son obligatorios.

Según el descenso elegido, los turistas tienen la posibilidad de descubrir las gargantas del Centron. Un paisaje que casi recuerda a Tailandia, con sus azules vivos y su verde resplandeciente, en un ambiente atemporal y grandioso.

En Grenoble, el periodo estival brinda la oportunidad de vivir el descenso del Isère de una forma diferente. Durante el recorrido de cinco kilómetros en canoa, la magia del anochecer se desvela gracias a las antorchas colocadas en cada embarcación. Las luces de la ciudad acompañarán a la canoa mientras navega.

Digno de un descenso con antorchas de esquí, este descenso con antorchas en canoa refleja la montaña en el corazón de una ciudad bulliciosa. De Ile Verte a Pont d'Oxford, este recorrido, original por su horario, pone el broche de oro a un suave día de verano, con el frescor del río.

Pasar por debajo de varios puentes de Grenoble, con vistas al Fuerte de la Bastilla y al centro histórico, y descubrir con nuevos ojos los colores nocturnos de la ciudad forman parte de la experiencia.