En teoría, la meditación es bastante sencilla. La meditación consiste en elegir un punto de atención y concentrarse en él para "despejar la mente". Vaciar el cerebro de todos los pensamientos extraños es casi imposible. Pero es posible entrenarse para seguir el hilo del pensamiento.
Los angloparlantes comparan nuestro cerebro con un monito que salta de pensamiento en pensamiento como de liana en liana. Efectivamente, si observamos nuestro tren de pensamiento, enseguida nos damos cuenta de que nuestra capacidad de atención es corta y que saltamos de idea en idea muy rápidamente.
Hay varios tipos de meditación, algunos de los cuales implican concentrarse en una palabra llamada "mantra", mientras que otros se centran en una sensación física, por ejemplo. Algunas requieren abrir los ojos y mirar algo, como la llama de una vela, por ejemplo.
Sean cuales sean los distintos tipos de práctica, el objetivo es siempre domar la famosa "mente de mono".