El Grand Paradis Vanoise Nature Trek en 6 días

Esta etapa parte del refugio de Benovolo. Se tarda una hora y media en llegar al refugio desde el aparcamiento situado al fondo del valle de Thumel.

Lo mejor es dormir la noche anterior en el refugio.

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Desde el refugio de Benevolo, situado a 2.285 m de altitud, la caminata comienza en dirección al caserío y luego se une a la carretera que sube hacia la izquierda durante unos 500 m hasta llegar a la primera curva. Aquí es donde una señal indica el inicio del sendero nº 13A que conduce al Col Rosset. Tras una larga travesía por la ladera cubierta de hierba y salpicada por algunos arroyos, se llega a un promontorio a 2407 m que ofrece una vista impresionante del valle del Rhêmes y del valle del Grande Vaudelaz.

La segunda parte de la ruta lleva a los senderistas hasta el río del mismo nombre, frente a la granja de pastos de montaña Grande Vaudalaz, a 2348 m, a la que se llega en 1 hora y 15 minutos. Tras incorporarse al sendero nº 12, los senderistas se abren paso a través de los pastos alpinos. En este valle poco frecuentado, los excursionistas afortunados pueden avistar diversos animales, como marmotas y rebecos. El sendero conduce a un bonito lago a la izquierda, antes de llegar a la muesca rocosa rosada del Col Rosset, que culmina a 3025 m.

El panorama que se ofrece a los excursionistas es absolutamente notable, con varios picos majestuosos, entre ellos la cara sur del Grand Paradis, que domina toda la zona. Abajo, numerosos lagos se extienden por la meseta del Rosset. El descenso comienza con los primeros 150 m, bastante empinados y estrechos, hasta los lagos de Chanavey. A partir de aquí, un camino más fácil conduce al fondo del valle. Hay una subida final de unos 150 m entre el lago Rosset y el lago Leita, a 2700 m. La aproximación final a los refugios de Savoia (2532 m) y Chivasso (2604 m) se realiza por la llanura del Col du Nivolet.

Desde el refugio de Chivasso, un camino sinuoso conduce al paso del Agne. La ruta comienza cruzando un afluente que desemboca en el magnífico lago Agnel, que ofrece unas vistas impresionantes. A continuación, el sendero continúa hasta un fuerte de la Segunda Guerra Mundial y comienza un descenso empinado y sinuoso. Sin embargo, el descenso se suaviza en diagonal al pasar por detrás de la granja y un pequeño fuerte antes de retomar el camino principal hacia el Col de la Lose. Esta variante ofrece vistas panorámicas a la derecha del lago Serrù, con el glaciar Capra, las Cime d'Oin y las Cime de la Vache.

La larga travesía alrededor del lago conduce a un espolón rocoso que se puede escalar de dos maneras: con cuerdas fijas o descendiendo unos metros y ascendiendo un poco más. Una corta travesía por cable conduce al refugio de Pian Ballota. En cuanto se abandona la zona rocosa que rodea el refugio, el camino continúa por el tejado. Este tramo está equipado con cuerdas fijas y peldaños de hierro empotrados en la roca. La pendiente que sigue es bastante pronunciada y discurre junto a la cascada del Plan de la Ballota. Para llegar a la meseta, hay que atravesar un último tramo empinado equipado con escalones y pasamanos. Este tramo es, sin duda, el más complejo y expuesto, por lo que requiere especial cuidado y atención.

Tras cruzar el puente sobre el arroyo y la llanura aluvial, el sendero atraviesa un tramo de pedregal que se eleva hacia el sur. Un peñasco marca la curva a la derecha hacia el Col de la Lose. El sendero termina al pie de un recorrido de barandillas y escaleras, a veces verticales y a veces horizontales, que dura al menos media hora. En el collado, una mesa de orientación permite admirar el excepcional panorama sobre el Grand Paradis. Al otro lado, las cumbres en primer plano rodean el valle del Prariond, con el glaciar de la Grande Motte al fondo.

El inicio del descenso está marcado por una fuerte pendiente aérea que conduce a un lago, que se bordea por la derecha. A continuación, la pendiente se suaviza y sigue el borde del acantilado hasta grandes mojones, donde un sendero cruza a la derecha hacia el Col de la Galise. Las marmotas aparecen regularmente en esta verde ladera. En las últimas curvas cerradas, una hermosa garganta domina el refugio de Prariond, 100 m más abajo.

En dirección oeste, la ruta pasa junto a numerosas marmotas a lo largo del valle del Prariond. Una vez en las gargantas de Malpasset, el sendero se vuelve aireado pero seguro, gracias a las cadenas que facilitan el paso de los excursionistas. Una vez fuera de las gargantas, el camino sinuoso conduce al aparcamiento de Pont Saint Charles (2050 m), antes de cruzar el puente hacia la D902 en dirección al Col de l'Iseran. Después de atravesar la pista del Mangard, se sigue recto por el bosque del Petit Bois, cruzando sucesivamente los torrentes Sounières e Iseran (2039 m). Este tramo ofrece una vista impresionante del pueblo de Le Fornet.

A 1969 m de altitud, los senderistas tomarán el descenso del sendero natural hasta el puente sobre el arroyo Leissieres para volver a unirse al GR5. Cruce el camino de la aldea de Laisinant y camine junto a los gaviones de piedra para llegar al cruce con la capilla de Saint Jean (1842 m). Si gira a la izquierda, debe dirigirse hacia el sur en dirección a Le Manchet, pasando por las instalaciones deportivas instaladas para la temporada de verano.

Al final de este valle se encuentra la antigua aldea deshabitada de Le Manchet y la puerta de entrada al Parque Nacional de la Vanoise. En la antigua aldea de Le Manchet, el GR55 cruza el puente y se desvía hacia el sureste del valle, donde podrá detenerse en la granja de Arcelle (2131 m). A 2200 m, el camino se vuelve más difícil por una hierba densa, a veces rocosa, de altitud, hasta el refugio de Fond des Fours (2537 m), donde podrá descansar.

Esta etapa comienza con 500 metros de marcha llana, la pista conduce al serpenteante ruisseau des Fours, que nace en el glaciar Méan Martin, cerca del Col de la Rocheure. En el cruce, se toma el camino que se dirige hacia el este, hacia el Vallon des Fours. Se tarda aproximadamente una hora en subir por el sendero hasta el collado, a 2976 m de altitud. Los últimos 100 metros requieren un poco más de esfuerzo. Desde la cima del Col des Fours, las vistas de la Tarentaise al oeste y de la Haute Maurienne al este son impresionantes. A la izquierda, el sendero que domina el Lac du Grand Fond desciende en diagonal hasta el puerto. El camino sigue la cresta entre L'ouille de la Jave a la derecha y el Lac de la Jave a la izquierda. 100 metros antes de llegar al Pont de la neige, gire hacia el sureste y siga el GR5, que domina las gargantas del ruisseau de la Lenta.

Al llegar a "Le golaillon", a 2.345 metros de altitud, suba de nuevo a la carretera D92. Cruzar el Pont de l'Ouilleta para incorporarse al GRdp de Haute Maurienne. El sendero domina los chalets alpinos y sus rebaños de ganado que pastan a 2100 metros de altitud. El sendero asciende ligeramente hasta el Plan des Eaux a 2695 metros. Ofrece un magnífico sendero balcón con vistas a los glaciares de la Alta Maurienne.

Después de 3,5 km, el sendero se dirige hacia el noreste, rodeando la ouille des Reys para enfrentarse a la magnífica cascada del Montet. A continuación, la pendiente desciende hasta el pequeño puente situado a 2603 metros de altitud, bajo el pequeño y encantador Lac du Pys. Tras más de 5 horas de marcha, podrá seguir a las ovejas mientras descubre el circo fronterizo que da origen al río Arc. A la izquierda de los manantiales, el sendero asciende hacia Plan Sec, inicio de la ascensión final hacia el refugio del Carro. El sendero cruza el camino que desciende a la derecha hacia la aldea de piedra seca de L'Ecot, que conduce a la ciudad principal de Bonneval-sur-Arc.

La ruta comienza detrás del refugio (2700 m) en dirección norte, con un sendero que conduce a un pequeño lago (2850 m). A partir de los 3.000 m, la ruta gira a la izquierda por un macizo de gneis con losas estables, hasta llegar a un collado rodeado de innumerables mojones. Levanna Orientale y Levanna Centrale destacan en el fondo. El descenso desde el paso es empinado y requiere concentración, con una travesía diagonal que requiere el uso de cuerdas fijas.

La senda marcada en rojo y blanco conduce a un segundo tramo aéreo, menos difícil que el anterior. A continuación, se desciende hacia la izquierda, por debajo de la pared del Col du Carro. El descenso sinuoso continúa al pie de la cresta que domina el acantilado. Una larga travesía de morrena atraviesa escorrentías glaciares y névés. Se llega al cruce con la ruta glaciar que viene de la izquierda del glaciar bajo la punta d'Oin.

Después de llegar a Colle delle Rocce, con sus impresionantes vistas del lago Serrù, descienda por un sendero empinado y sinuoso junto a un bonito laguito. A continuación, bordeamos la Punta delle Rocce, que ofrece vistas de la presa del lago Serrù, antes de descender por escombros rocosos durante unos 30 minutos. Tras cruzar la presa, la ruta continúa por una carretera asfaltada y luego por un sendero que conduce al puerto de Agnel. La subida al puerto es un camino empinado, estrecho y tortuoso, con tramos rocosos equipados con cuerdas fijas y un tramo aéreo que pasa por la ladera de un fuerte. Finalmente, el sendero se une a la carretera asfaltada por debajo del refugio de Chivasso.

Bajando directamente desde el refugio de Chivasso, una señal indica el inicio de la ruta a la izquierda. El sendero atraviesa los prados y sube hacia el arroyo Rosset, dejando a la derecha la bifurcación que conduce a la granja alpina en dirección al Taou Blanc y al Col Leynir. Cruzando el torrente, el camino continúa por la meseta, cruzando de nuevo el mismo torrente antes de bifurcarse a la izquierda hacia el puerto de Basei, señalizado antes del lago de Leytà.

El camino, herboso y terroso, se retuerce rápidamente y asciende por un paso ligeramente aéreo. Tras un tramo equipado con cuerdas fijas y algunos peldaños de hierro, el sendero conduce a una zona más llana y rocosa. Siguiendo hacia el suroeste, el sendero forma un semicírculo sin ganar altura antes de pasar por una zona detrítica sobre terreno rocoso marcada por varios mojones. Esta parte del sendero desaparece antes de llegar al paso de Basei, marcado por una imponente pirámide.

Tras un tramo estrecho, el sendero atraviesa una cresta bastante ancha que ofrece vistas del glaciar de Basei. La travesía hasta el pie de la roca de la cumbre es fácil incluso sin nieve. El sendero termina tras cruzar la cresta. Hay una cuerda fija en la pared de 15 metros de altura para facilitar el ascenso a la cresta final que conduce a la cumbre. El cruce rocoso requiere un mínimo de atención. Desde la cumbre, el panorama a 360°C es magnífico.

Desde el gran mojón que marca el paso, siga los mojones hacia el fondo del valle y descienda por un camino de grava bastante empinado. Tras recorrer 100 metros por la cresta, el sendero se une a la pista claramente visible de la morrena que desciende hasta los prados. En el camino, se pasa por encima de una pared rocosa inclinada antes de cruzar los pastos habitados por innumerables marmotas. El camino pasa también por un desfiladero erosionado por las aguas glaciares antes de llegar al refugio de Benevolo.

Se puede optar por pasar la noche en el refugio de Benevolo o regresar al aparcamiento, donde están estacionados los coches, pero la última etapa debe prolongarse una hora y media.