Visita al KMSKA, Museo de Bellas Artes de Amberes

Visitar el KMSKA significa descubrir siete siglos de arte. Sobre todo, es una oportunidad para descubrir a los primitivos flamencos y a los expresionistas. Posee una colección excepcional de cuadros de los maestros James Ensor y Rik Wouters, la mayor del mundo. Pero el KMSKA es también el único museo flamenco al que se ha concedido estatus científico. De hecho, los conservadores no se limitan a exponer y cuidar las obras. No, investigan a fondo las obras para desentrañar sus secretos y misterios. Los colores, el lenguaje visual, todo se estudia con lupa para descifrar los cuadros más bellos. Es un auténtico laboratorio de museo, ya que comparten sus descubrimientos con el público. Y no se pierda la fachada del edificio, una obra de arte en sí misma, una auténtica joya arquitectónica de imponente presencia.

El museo tuvo que cerrar sus puertas y, tras 11 años de renovación, vuelve a estar abierto al público. También aprovecharon la ocasión para restaurar no menos de 200 obras. Como el museo ya tenía sus años, decidieron replantear por completo su distribución. Como resultado, el KMSKA se ha dividido en dos partes. Por un lado, la antigua, que alberga obras anteriores a 1880, y por otro, la nueva, que alberga obras posteriores a 1880. El museo eligió el año 1880 porque coincide con el debut del artista James Ensor, el gran maestro flamenco de Ostende cuya colección es la mayor del mundo. Además de ser un centro de investigación, también es un vivero de nuevos artistas, gracias a sus artistas en residencia que se forman en el corazón de las Bellas Artes.

El museo es una especie de oda al arte flamenco, con tantas obras de maestros flamencos. Pero también cuenta con una excelente colección internacional de obras de artistas como Chagall, Rodin y Modigliani. El objetivo del museo es ofrecer una experiencia de alta calidad, sin limitarse a lo antiguo. De hecho, la principal innovación del KMSKA durante su renovación fue ampliar las instalaciones para dar cabida a colecciones más amplias. Decidieron dedicar un ala del museo al arte moderno. El arte posterior a 1880 fue mucho más represivo, conceptual y abstracto. Después de este periodo, los artistas fueron en busca del alma misma de lo que pretendían representar. Dieron la espalda a lo que conocían los grandes maestros flamencos. Es decir, el arte dirigido a los dioses, los reyes y los nobles. El arte posterior a 1880 se emancipó de la religión. Por eso el museo se empeñó en separar estos dos periodos del arte. Los nuevos artistas daban rienda suelta a su alma y sus sentimientos para crear. Ya no se guiaban por los encargos de papas, reyes y otras figuras religiosas. Creaban para la exposición privada o para la alta burguesía.

James Ensor desempeña un papel especial para el Museo de Bellas Artes de Amberes. Su colección se sitúa en la encrucijada del arte anterior y posterior a 1880. Gracias a la majestuosa colección del KMSKA, podemos observar la evolución del arte a través del artista. Su obra evolucionó a lo largo de los años. De experimental a atrevido, el artista se merece su colección, que se expone magníficamente en el museo. Antes de la renovación, el museo se consideraba un poco anticuado, pues sólo exponía obras clásicas. Sin embargo, sólo el 20% de sus obras son anteriores a 1880. Desde su reapertura en 2022, es una oportunidad para descubrir la amplitud de esta colección.

Desde su reapertura, la KMSKA ha apostado decididamente por la modernidad. Para celebrarlo, incluso organizaron un concurso en línea, "l'expo nationale", en el que cualquiera podía presentar su obra original (dibujo, pintura, cerámica, tatuaje, etc.) a un jurado de expertos, que eligió 100 obras para exponer entre todas las presentadas por el público. Innovador. Además, para seducir a grandes y pequeños, el museo propone también las visitas interactivas "Los 10", organizadas por un director de ópera que ha ideado 10 extrañas obras nuevas repartidas por el museo. Una forma divertida de descubrir el museo en familia.