Descubra el Museo Rietberg

El Museo Rietberg, con sus tres villas y el parque que lo rodea, tiene una historia muy larga. Todo empezó con una modesta casa de entramado de madera construida en 1850. El neurólogo Ludwig Binswanger quería convertir la casa en una clínica psiquiátrica. Para evitarlo, su vecino Otto Wesendonck, empresario alemán y mecenas de las artes, se sintió obligado a comprar la propiedad a un alto precio.

Entonces invitó a su amigo Richard Wagner a ocupar el lugar, lo que hizo entre abril de 1857 y julio de 1858. El compositor se inspiró mucho en el lugar, y compuso Tristan und Isolde y "Wesendonck Lieder", cinco poemas musicales dedicados a su musa, Mathilde Wesendonck, para las famosas canciones de Wesendonck.

Tras una restauración en el siglo XX, el museo abrió sus puertas en mayo de 1952. Mucho más tarde, en 2007, se construyó un nuevo edificio, obra de Alfred Grazioli y Adolf Krischanitz. El pabellón de cristal verde, conocido como "La Esmeralda", es la guinda del pastel y se integra a la perfección con las villas existentes en el hermoso Rieterpark. Construido en parte bajo tierra, su aspecto moderno, su claridad y su elegancia llaman a menudo la atención.

El Museo Rietberg es famoso no sólo por su excepcional colección permanente, sino también por sus maravillosas exposiciones temporales, que tienen repercusión internacional.

Las obras de la colección von der Heydt constituyen el núcleo de la colección permanente. Se enriquece constantemente gracias a los contactos que el museo mantiene desde hace tiempo con coleccionistas de renombre, al apoyo de fundaciones y donantes, y a las adquisiciones, donaciones y legados. La cerámica china de la colección Meiyintang, las miniaturas indias de la colección Alice Boner y el arte budista del Himalaya de la colección Berti Aschmann son algunas de las piezas más destacadas de la colección.

En el antiguo jardín de invierno de la Villa Wesendonck, la cafetería del Museo Rietberg ofrece una selección de platos caseros, así como pequeños platos que cambian a diario, inspirados en parte en el programa de exposiciones y preparados por su propio equipo con los mejores ingredientes locales. Abierto de martes a domingo, de 10.00 a 17.00 h.

En verano, la cafetería del museo también ofrece cestas de picnic para pasar una agradable tarde en el parque. Las cestas llenas de productos frescos y mantas están disponibles por 50 euros. Reserve con antelación el menú que más le convenga, precisando la fecha y la hora en que recogerá la cesta en la cafetería.

Hay dos opciones disponibles: la "Mediterránea y Alpina", (bagel con queso brie con pimientos y guindillas, ensalada de lentejas y garbanzos, ensalada verde con tiras de pollo y parmesano, birchermüesli con bayas silvestres, tarta de queso blanco y melocotón, té helado con menta de Rietberg) , o el "Vegetariano y asiático" (Bagel con hummus de remolacha y berenjena, ensalada de zanahoria y jengibre con anacardos y trozos de manzana, ensalada de fideos soba con harina de trigo sarraceno y edamame, copa de frutas con bayas, tarta de chocolate, Prosecco.)