Con casi 2.800 metros de longitud, fue el mayor puente colgante del mundo hasta 1964. Suspendido a 67 metros sobre el nivel del mar, atraviesa la bahía entre San Francisco y Sausalito y es una de las principales carreteras de California. Desde su construcción, lo han cruzado más de dos mil millones de vehículos.
El puente Golden Gate es uno de los monumentos más emblemáticos de California. Una proeza tecnológica construida entre 1933 y 1937, es hoy una de las 7 Maravillas del Mundo Moderno. El Golden Gate se reconoce al instante por su color naranja y sus dos torres. Símbolo de la ciudad, el puente se ha convertido en un elemento de la cultura popular, apareciendo en numerosas películas. Desgraciadamente, a menudo es destruido en películas como Pacific Rim, Superman, Godzilla y otras.
El monstruo californiano
Hoy en día, el cruce cuesta 6 dólares en dirección a San Francisco, pero es gratuito en sentido contrario. Hay aparcamientos en cada extremo del puente, ideales para dejar allí el coche y admirar el puente a pie. La travesía dura unas dos horas, y aunque a veces puede resultar complicada por el viento y el frío, las vistas merecen la pena.
Varios tipos de visita
El gran tamaño del Golden Gate lo hace visible desde todos los puntos elevados del norte de la bahía de San Francisco. Se puede admirar desde varios miradores, como la isla de Alcatraz y Bonita Lighthouse Road, cerca de Sausalito. Para los que no les guste caminar, también es posible dar un paseo en barco bajo el puente, que suele durar 1 hora.
Para disfrutar de unas vistas aún más impresionantes, dé un paseo en helicóptero sobre la bahía para contemplar el puente. Es una experiencia que no olvidará.
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Mantenimiento del Titanic
La ciudad de San Francisco tiene que hacer frente a menudo a condiciones meteorológicas difíciles, sobre todo vientos fuertes y niebla. Por eso, para mantener una visibilidad óptima, el puente, originalmente de color acero, se ha repintado de naranja. Su color es mantenido cada semana por 25 pintores, que lo cepillan con 4.000 litros de pintura, es decir, 20.000 litros al año, una operación costosa.
Un monumento galardonado
Gracias a sus modernas proezas arquitectónicas y técnicas, el puente ha sido premiado por la Sociedad Americana de Ingenieros Civiles y figura como una de las construcciones más extraordinarias del siglo XX. Un hecho insólito: el ingeniero jefe no tenía experiencia en la construcción de una estructura de esta envergadura, lo que amplificó el reto que representaba el puente Golden Gate en 1933.