Museo Nacional de Corea, 5.000 años de historia en el mayor museo del país

El Museo Nacional de Corea se fundó en 1945. En 2005, el museo se amplió y reabrió en un terreno de 137.201 m² en Yongsan, Seúl. Desde su renacimiento como "complejo cultural", el Museo Nacional de Corea ha conservado y expuesto valiosas reliquias. También ofrece diversos programas educativos y actos culturales.

El museo es el más representativo y grande de la República de Corea. Posee una inmensa colección de más de 420.000 reliquias estéticas que datan desde el Paleolítico hasta principios del siglo XX, y más de 12.000 obras maestras de su colección siguen expuestas en su sala de exposiciones permanente.

Cuenta con varias galerías que abarcan distintos periodos y temas: prehistoria e historia antigua, historia medieval y moderna temprana, caligrafía y pintura, arte mundial, y galerías de escultura y artesanía. Los visitantes pueden disfrutar de su vasta colección; se exponen muchos de los tesoros nacionales de Corea, como el Bodhisattva Pendiente (tesoro nacional coreano), la pagoda de diez pisos del templo de Gyeongcheonsa y la Corona de Oro de Shilla.

El Museo Nacional no es sólo un lugar para adultos, también tiene presentes los intereses de los niños y ofrece un programa especialmente diseñado para ellos.

El edificio incluye desde una simple hacha de mano del Paleolítico y una magnífica corona de oro del periodo de los Tres Reinos hasta celadones del periodo Goryeo, pinturas del periodo Joseon e imágenes de Corea en la era moderna.

En la planta baja se puede admirar la colección permanente, incluidas las famosas coronas reales de oro de Shilla. El sótano alberga una gran colección de celadón y cerámica de los periodos Goryeo y Joseon, que incluye objetos y pinturas. Las plantas segunda y tercera albergan 1.500 piezas de porcelana, tesoros de arte budista, como el bodhisattva Baekje sentado y meditando, y obras de arte de otros países asiáticos.

Nada más entrar en el museo, tómese su tiempo para pasear por el jardín y cerca del estanque. Enseguida se dará cuenta de que el edificio es uno de los museos más grandes de Asia. Los espacios exteriores son impresionantes, sobre todo la zona de esculturas de piedra.

Tras atravesar las puertas de cristal, el pasillo principal conduce a las tres plantas que hay que explorar. Una de las obras que no hay que perderse es la pagoda de piedra de diez pisos (tesoro nacional nº 86). Procedente del templo de Gyeongcheonsa, en Gaepung, la pagoda es una mezcla de estilos tradicionales de Goryeo. La pagoda, de 13 metros de altura, fue robada a Japón en 1907 y devuelta a Corea en 1918.

Las galerías son tranquilas y se colocan bancos esporádicamente para que los visitantes puedan sentarse frente a las obras. Las antiguas pinturas y esculturas de Buda, que de algún modo se han salvado a lo largo de la tumultuosa historia de Corea, están expuestas con gran belleza.

La mayoría de los visitantes pasean con los auriculares puestos para aprender más..

Sabía que: más de 3 millones de visitantes acuden cada año al Museo Nacional de Corea en Seúl.