Seis lugares donde comer bien en Montreal

Le Central

La dirección que más se parece a Montreal: multicultural, gastronómica y festiva. Un salón gourmet con no menos de 25 restaurantes quiosco de autor en el Quartier des spectacles. Desde las primeras figuras de la escena gastronómica montrealesa hasta los recién llegados, este es el lugar para hacerse una idea de lo que ofrece la escena culinaria de Montreal.

Bar de vinos, microcervecerías locales, para tomar una copa, cenar, charlar o incluso bailar, este lugar reúne a los locales de cuya cantina se trata, ¡así como a los turistas!

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Au Pied de Cochon

Este famoso restaurante de la bonita rue Duluth ha dado a conocer la cocina de Quebec en todo el mundo. Ofrece una versión refinada de algunos de los platos más famosos del país, como la poutine, cubierta de foie gras, y el pato en conserva, uno de sus platos estrella.

Un lugar acogedor donde se exhiben los productos locales y donde el tiempo no ha hecho mella en la decoración que mezcla madera y estilo industrial.

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Le K

En el barrio de Plateau, en medio de la bonita plaza Saint-Louis, este pequeño bar instalado en un quiosco resulta ser la dirección acogedora para tomar un café entre las coloridas casas victorianas típicas de la zona.

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Schwartz's Delicatessen

Es difícil escribir una guía de Montreal sin mencionar esta institución de la ciudad, que data de 1928.

Conocida por su carne ahumada, esta dirección gourmet atrae a lugareños y turistas por igual, dispuestos a hacer una larga cola para disfrutar de un plato de carne ahumada acompañado, para forzar el tópico, de mitades de pepinillos eneldo y una cherry cola.

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El mercado Time Out

Creado por los editores de la revista Time Out, este recinto gastronómico y cultural reúne dieciséis restaurantes, tres bares, una escuela de cocina, una tienda y espacios culinarios diseñados para acoger actuaciones artísticas y musicales.

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Chalet du Mont-Royal

En lo alto del parque más grande de Montreal, este bar abrió sus puertas en 1932 y ofrece impresionantes vistas panorámicas desde el mirador de Kondiaronk, frente al chalet.

El lugar perfecto para admirar los colores del otoño sobre Montreal con los rascacielos y el río San Lorenzo como telón de fondo.

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