El circo de Mafate, la joya salvaje de Reunión

ElCol des Boeufs es una de las puertas de entrada a Mafate. Aquí termina la carretera y un helicóptero toma el relevo para transportar pasajeros o entregar mercancías en los pueblos del circo. El ambiente es similar al de una parada de autobús cuando los lugareños esperan su turno junto al helicóptero, siempre que el cielo no se nuble. También es el punto de partida de rutas de senderismo por paisajes salvajes y deslumbrantes.

Comienza nada más descender al circo, con la Plaine des Tamarins y sus árboles recostados, de donde emana una atmósfera especial, bucólica y encantadora a la vez. Podrá observar la fauna y la flora del circo, conocer a los tec-tec, las aves endémicas de la isla, zambullirse en el río de guijarros y detenerse en cada mirador para admirar las montañas, las cascadas, los acantilados rocosos, los cañones y todos los relieves fruto de las erupciones volcánicas y de la erosión debida a las lluvias.

Lejos de las playas, del océano Índico y de las grandes ciudades, el circo de Mafate alberga remotas aldeas aisladas del mundo, conocidas como îlets. Las 9 aldeas unidas por rutas de senderismo están habitadas por cientos de personas que viven de la agricultura, la ganadería y el turismo. Practicar senderismo en Mafate es una oportunidad para descubrir los pueblos aislados de la región y conocer a los mafatais, que viven aquí todo el año. Y caminar de islote en islote es una buena manera de explorar el circo y descubrir la cultura local.

La capital de Mafate, La Nouvelle, está situada en el centro y cuenta con 150 habitantes. Encaramada a 1.450 metros de altitud, es un punto de parada imprescindible para los excursionistas. Orientado al turismo, el pueblo cuenta con casas rurales, una tienda de ultramarinos y panadería, una tienda y restaurantes criollos abastecidos por helicóptero. Al igual que la capital de Mafate, el pueblo de Marla es popular entre los visitantes. Aquí se puede cruzar el camino de un ciervo de granja.

En el pueblo, los mafatais están encantados de recibir a los turistas en sus casas de huéspedes para mostrarles su modo de vida, cocinar comida criolla sobre un fuego de leña y contarles las leyendas del circo. La caminata de Marla a La Nouvelle dura dos horas y media. Descendiendo por la meseta de Marla, una caminata de 4 horas conduce a las Trois Roches, un impresionante paraje geológico donde el agua es el centro del paisaje. Se desliza sobre las rocas para caer 45 metros más abajo.

Estos pequeños pueblos aislados fueron en su día refugio de esclavos cimarrones fugitivos. Hoy, estos islotes siguen aislados del resto del mundo, sin que se hayan construido carreteras. Los habitantes se abastecen en las tiendas de comestibles del pueblo o en helicóptero. Pero el vínculo inestimable entre los habitantes y el resto del mundo es la visita del cartero, también conocido como "sherpa".

Cada semana, los lugareños esperan con impaciencia su llegada. Más que repartir el correo, el cartero también se ocupa de los ancianos, leyéndoles una carta o ayudándoles a escribir una respuesta. El más famoso, Ivrin Pausé, fue el único cartero que sirvió a todos los islotes a pie durante 40 años, recorriendo 253.000 kilómetros. Una hazaña que mereció una estatua suya en la Grand Place, su ciudad natal.

En total, hay una treintena de excursiones y más de 250 km de senderos en Mafate. En función de la duración de su estancia, conviene añadir algunos sitios a la lista de lugares que no debe perderse.

• Empecemos por Plaine aux Sables, una encantadora meseta verde con vistas despejadas a los picos de Mafate, un lugar ideal para pasar una noche bajo las estrellas en un vivac.

• Como ya se ha mencionado, Les Trois Roches es una meseta de losas y enormes rocas. El lugar tiene una atmósfera mágica gracias al río de guijarros que se eleva para caer en un profundo abismo.

• Para un momento de tranquilidad y contemplación de la naturaleza, diríjase al Plateau de Kerval, al sur de Mafate. En esta pradera de gran altitud, situada a 1850 m a los pies del Gros Morne, el viajero descubrirá un pequeño lago y una cascada donde también descansan algunas vacas.

• El mirador del Maïdo: dominando el circo a 2.200 m de altitud, el Piton du Maïdo ofrece una vista impresionante del circo de Mafate, además de ser una puerta de entrada al mismo.