Metz

Si piensa pasar uno o varios días en Metz, lo más probable es que su primera parada sea la plaza de la Comédie. Situada en la** isla de Petit Saulcy**, en el centro de la ciudad, esta animada plaza alberga el teatro francés más antiguo aún en funcionamiento, construido en la primera mitad del siglo XVIII. Justo al lado, podrá admirar el Temple Neuf, un templo protestante de bella arquitectura que luce una hermosa iluminación al caer la noche.

Otra visita obligada en Metz, la catedral de Saint-Etienne no tiene nada que envidiar a sus vecinas de Estrasburgo y Reims. Es la catedral con la mayor superficie acristalada de Francia y las mayores vidrieras góticas de Europa, lo que le confiere una presencia y un estilo únicos. Su arquitectura única es, sin duda, el monumento más visitado de la ciudad.

Situado en la rue de la citadelle, en el barrio dela Esplanade, el Palacio del Gobernador Militar es otro punto de atracción. Construido entre 1902 y 1905 en estilo neorrenacentista flamenco, este edificio fue residencia del Kaiser Guillermo. Desgraciadamente, este tesoro arquitectónico sólo puede visitarse los Días del Patrimonio.

Inaugurado en Metz en 2010, el Centro Pompidou-Metz está considerado como uno de los museos de arte contemporáneo más importantes de la región de Grand Est. Primera descentralización del Centro Pompidou de París, atrae cada año a miles de visitantes de todo el mundo.

El edificio del museo, diseñado por el arquitecto japonés Shigeru Ban en colaboración con Jean de Gastines, es famoso por su tejado hexagonal ondulado. Además de su rica exposición permanente, el Centro Pompidou-Metz organiza regularmente exposiciones temporales, así como actos culturales como conferencias, espectáculos y proyecciones de películas.

En coche, a pie, en bicicleta o en transporte público... sea cual sea su preferencia, desplazarse por Metz y las ciudades de los alrededores es fácil gracias a una amplia red de autobuses, carriles bici y paseos paisajísticos. Encontrará toda la información necesaria en la página web dela Oficina de Turismo de Metz.

En Metz, como en el resto de Lorena, la cocina es generosa y sabrosa. Entre las especialidades locales que no hay que perderse figuran la quiche lorraine (tarta salada rellena de tocino y queso), el pâté lorrain (pastel de carne picada de cerdo, ternera y cebolla, envuelto en hojaldre) y el jambon de Lorraine (jamón ahumado y salado). En cuanto a los postres, hay mirabeles de todas las formas y tamaños en tartas, mermeladas y licores que se sirven como sobremesa.

Para degustar estas especialidades culinarias en un ambiente cordial, le invitamos a abrir de par en par las puertas del restaurante La Popote, situado en el centro de la ciudad. Con su decoración de bistró al estilo de los años 30, este establecimiento es todo recetas tradicionales. Otros buenos lugares para comer son Chez Moi, con su ambiente acogedor y atípico, y Chez Baptiste, con su estilo de bistró chic.