Descubrir el pequeño pueblo de Jambiani

Jambiani era originalmente un pequeño pueblo de pescadores, alejado del bullicio de los grandes complejos de lujo. Se alojará en pequeños y acogedores bungalows frente al mar a precios muy razonables. La consigna aquí es "slow life ": aquí se vive al ritmo de las olas, el mar y los paseos por la playa de arena blanca.

Pase unos días en la tranquilidad de la zona y sumérjase en la vida tradicional zanzibarí. Así podrá observar la vida cotidiana de los hombres y mujeres del pueblo, que trabajan según las mareas. Los hombres salen a pescar con la marea alta en sus "dhows", embarcaciones tradicionales de madera.

Las mujeres van a trabajar con la marea baja, recogiendo algas que luego venden con fines farmacéuticos o alimentarios. Esta nueva práctica se ha convertido en pocos años en una de las actividades más lucrativas e importantes de la isla. Esta es también una oportunidad para aprender más sobre esta práctica y viajar al cercano pueblo de Paje, para visitar la granja cooperativa Seaweed Center.

Esta práctica, que comenzó en 1989, está ayudando a emancipar a las mujeres de la isla. La visita a la cooperativa permite conocer la vida cotidiana de estas valientes mujeres, así como el proceso de cultivo de las algas y la elaboración de productos de belleza con mil virtudes. También es una oportunidad para hacer algunas compras de belleza, garantizadas 100% locales.

Zanzíbar es una isla famosa por la amabilidad de sus gentes, y la población de Jambiani es un claro ejemplo de ello. No dude en preguntar y entablar conversación con los lugareños para saber un poco más sobre la vida en el archipiélago.

En un paseo por el pueblo, no es raro cruzarse con una cabra y los animales del pueblo. La suerte de Jambiani es que el pueblo sigue siendo auténtico y se libra de los enormes hoteles de lujo que surgen cada vez más en el resto de la isla. Hágase un favor y aproveche los preciosos lodges costeros que ofrecen una inmejorable relación calidad-precio. Cada establecimiento tiene su propio restaurante, y no es necesario alojarse en el hotel para disfrutar del talento de su chef. Déjese llevar por sus deseos, según los menús de cada restaurante, que cambian cada día.

El pescado suele ser ultrafresco, capturado en el día, suficiente para deleitar el paladar de los gourmets más exigentes.

El mar cristalino y la playa inmaculada son, por supuesto, buenas razones para detenerse aquí. De hecho, es el lugar ideal para los entusiastas de los deportes acuáticos. El mar es tranquilo, poco profundo y con pocos turistas, lo que lo convierte en un terreno de juego perfecto para el kitesurf y el windsurf. Y bajo el agua, la belleza de la zona no es menos impresionante. Sólo tiene que nadar unas brazas, un poco alejado de la costa, y podrá ver magníficos fondos marinos a través de su máscara. Y si le apetece explorar el océano un poco más profundo, no le faltarán clubes de buceo. Descubrirá una increíble diversidad de corales y peces.

Para los más realistas, es fácil alquilar una bicicleta para explorar la isla, y también hay bicis con ruedas grandes especialmente diseñadas para pasear por la playa. En resumen, Jambiani tiene algo para sorprender a todo el mundo. Durante años, este auténtico pueblo ha sido el sueño de muchos viajeros en busca de nuevos descubrimientos y lugares mágicos.