Fuerte Saint-André: una fortaleza con un panorama excepcional

La construcción de la fortaleza fue iniciada por Felipe el Hermoso, que buscaba consolidar su poder frente a Aviñón y, sobre todo, frente al Papado. Al mismo tiempo que se construía la fortaleza, fundó una nueva ciudad al otro lado del río, que más tarde recibiría su nombre: Villeneuve-lès-Avignon. El edificio se consolidó a lo largo de los siglos, luego cayó en desuso antes de perder por completo su función defensiva. El edificio se transformó entonces en base militar y se abandonó. Preocupada por que este monumento histórico cayera en el olvido, la ciudad decidió adquirir el fuerte. Desde principios del siglo XX está catalogado como monumento histórico.

Una vez dentro de las murallas de esta ciudad medieval, podrá visitar las torres gemelas, la capilla de Notre-Dame de Belvezet y, sobre todo, subir a lo alto de las murallas para disfrutar de una vista panorámica de la pampa y de la montaña local, el Mont Ventoux. Los merlones, adornados con saeteras, son perfectos para asomar la cabeza o hacer unas fotos originales.

Vamos al patio de los presos, en la primera planta. Tiene una bóveda de cañón corrido y aún conserva las marcas de los antiguos ocupantes de la celda. Dibujos y otros signos distintivos han sido tallados en la piedra.

Un poco más allá, la abadía benedictina descubre sus magníficos jardines a los curiosos que se aventuran en el recinto del Fuerte Saint-André. Un lugar auténtico y único con jardines en terrazas y un palacio abacial. Las visitas son gratuitas y también puede ir acompañado de un profesional que le guiará por la vegetación.

Los jardines recibieron el título de "Jardín Notable" en 2014 y contienen restos de iglesias románicas. Los jardines están plantados con árboles y plantas mediterráneos. Una pérgola adornada con glicinas y rosas marca el tono. Un ambiente romántico en el corazón de la Provenza. Un poco más arriba, se divisa el Palacio de los Papas y una vista panorámica del valle de Aviñón. En el siglo XIII, Fort Saint-André se convirtió en abadía real. Tras algunas modificaciones un siglo más tarde, el palacio abacial conservó sus techos abovedados, el portal y una enorme escalera.

El Fuerte de Saint-André ha introducido recientemente un folleto en el idioma de la FALC: fácil de leer y entender. Esta iniciativa se inscribe en la voluntad del monumento de mejorar la accesibilidad para todos los visitantes. Gracias a este sistema, las personas con discapacidad o que no hablan francés pueden descubrir la historia del lugar.

Situado no lejos de Fort Saint-André, l'aubergine es un lugar que destila alegría de vivir. El amable personal sirve generosos platos elaborados con productos locales, tablas para compartir y deliciosos postres que hacen la boca agua con solo mirarlos.