La vocación marítima de Brest no es nueva. Al igual que Toulon, Brest fue elegida por Richelieu para desarrollar la flota de guerra francesa. El arsenal se construyó en Brest por orden de Luis XIII, que creó unos talleres de construcción naval, la Marina, entonces real y hoy nacional. Bajo Colbert, Ministro de Marina de 1669 a 1683, Brest alcanzó su apogeo. Se convirtió en el principal arsenal naval de Francia, con un nuevo sistema de defensa, edificios (penitenciarios, comerciales), muelles, etc.
Brest afirma con orgullo su faceta marítima con su puerto comercial (número uno de Francia en reparaciones navales), su puerto deportivo y, hoy en día, con su museo naval nacional.