Entre 1 155 y 1 770, los perros guardianes eran una jauría de perros hambrientos que se soltaban en la ciudad por la noche para garantizar su seguridad. Los habitantes sabían que debían permanecer en sus casas hasta la mañana siguiente o se arriesgaban a ser devorados. Hoy en día, ya no hay jaurías peligrosas en las calles, sino un encantador hotel-restaurante en el centro de la ciudad llamado "Les Chiens du Guet".
¿Sigue siendo necesario presentar Saint-Malo, la ciudad corsaria? La gran playa del Sillon, el Grand Bé y el Petit Bé, la playa de la Môle y la Tour Solidor son lugares imprescindibles de la Costa Esmeralda. Tras sus murallas de la Edad Media, La Malouine (que dio su nombre a las islas Malvinas, al Sur de las Américas) sabe encantar con su belleza y sus secretos.
Descubra 5 anécdotas que hacen de Saint-Malo el destino imprescindible de la Costa Esmeralda.
Los perros guardianes han cambiado
Chateaubriand, un niño de la ciudad corsaria
François-René de Chateaubriand, uno de los grandes nombres de la literatura francesa, tiene una calle y una plaza con su nombre en la ciudad. No en vano, era oriundo de esta bella ciudad. Aquí podrá descubrir la casa donde nació en 1768 y la residencia donde pasó gran parte de su infancia. Este precursor del Romanticismo francés está enterrado en la isla de Grand Bé, que podrá explorar a pie con marea baja desde la Plage du Bon Secours.
La Ruta del Ron
¿Cómo hablar de Saint-Malo sin mencionar la famosa Ruta del Ron? Esta regata transatlántica de vela, que parte de la ciudad corsaria cada cuatro años, regresa para su duodécima edición el 6 de noviembre. Hasta la fecha, el récord lo ostenta Francis Joyon desde 2018. Navegó de Saint-Malo a Pointe-à-Pitre en 7 días, 14 horas, 21 minutos y 47 segundos.
Las "patatas" de Saint-Malo están de muerte
Si visita Saint-Malo durante unos días, no puede dejar de probar su especialidad: ¡las patatas de Saint-Malo! Acuda a la "Maison Guella", que lleva varias generaciones elaborando este dulce a base de almendras trituradas, licor de kirsch y cacao. Sí, por fuera este dulce parece una pequeña patata, pero por dentro es una golosina...
Figuras esculpidas junto al mar
En Rothéneuf, barrio del norte de Saint-Malo, unas extrañas rocas se asoman al mar. Más de 300 esculturas de piedra fueron creadas por el abate Adolphe Julien Fouéré entre 1894 y 1907. Cada año, cientos de visitantes acuden a verlas cuando baja la marea.