San Pedro de Quiberon

Con no menos de 13 playas que dan a la bahía, los alrededores de Saint-Pierre de Quiberon son un auténtico paraíso para los amantes de la arena fina, las dunas y el baño. La segunda ciudad de la península, que apuesta por la naturaleza y la autenticidad, es la puerta de entrada ideal para descubrir toda la bahía de Quiberon, salpicada de auténticos pueblecitos de pescadores y magníficas villas bretonas frente al mar.

Situada cerca del istmo de Penthièvre, Saint-Pierre de Quiberon alberga una parte del excepcional paraje de las "Dunes Sauvages", que une Gâvres con Quiberon y está clasificado como uno de los "Grands Sites" de Francia. Esta larga franja de arena y vegetación que bordea la bahía de Quiberon es uno de los paisajes más bellos de Bretaña y se puede recorrer en bicicleta por los carriles bici en buen estado. Entre las encantadoras playas del municipio se encuentran Keraude y Grand Rohu, pequeños remansos de paz, familiares y rejuvenecedores.

Plage du côté de Saint-Pierre de Quiberon

- © Jan von nebenan / Shutterstock

Separado de Quiberon en 1653 tras la desmembración de la parroquia, Saint-Pierre Quiberon se convirtió en municipio autónomo en 1856, con el nombre de Saint-Pierre, y adoptó su nombre actual de Saint-Pierre Quiberon en 1962. En el siglo XIX, el pueblo fue bastión de pintores venidos de toda Francia para inspirarse en los hechizantes paisajes de la Côte Sauvage, anexa al municipio.

De paseo por Saint-Pierre de Quiberon

Iglesia de San Pedro de Quiberon

- © art_of_sun / Shutterstock

Formado en gran parte por segundas residencias, el acogedor pueblo costero de Saint-Pierre de Quiberon, un poco monótono en invierno, cobra vida en verano, cuando se abren las contraventanas de las enormes villas blancas y los paseantes abarrotan el pequeño puerto. Para empezar bien las vacaciones, acuda a la Oficina de Turismo e infórmese del calendario de eventos, animaciones y espectáculos familiares que jalonan la temporada estival. Todos los jueves, de 8:00 a 13:00, se celebra en la plaza del mercado el famoso mercado de Saint-Pierre de Quiberon. Es una buena ocasión para abastecerse de buenas frutas y verduras locales y de deliciosos productos bretones.

Como destino turístico, no faltan restaurantes en Saint-Pierre de Quiberon, desde marisquerías hasta brasseries francesas y la inevitable crêperie bretona, seguro que encuentra lo que busca. Si desea pasar una excelente velada en la terraza (¡con campo de petanca!) y disfrutar de una cocina generosa y original basada en productos frescos y locales, Canailles es una dirección ineludible, sin duda una de las mejores de la península. En un ambiente de guinguette cálido y distendido, podrá degustar platos únicos al son de conciertos acústicos, sesiones de DJ y veladas con banda de música que se organizan todas las semanas en verano. ¿Qué más se puede pedir que buena comida, baile y una partida de petanca?

© Saint-Pierre Quiberon " Inspiration "

Puerto de Orange

Vista de Port Orange, Saint-Pierre de Quiberon

- © Christian Musat / Shutterstock

En 1681, un barco mercante llamado "Prince d'Orange", perteneciente al astillero Barbault de Saint Malo, perdió el timón en una tormenta y se partió cerca de la costa de la península. Fue saqueado por la población local. Se dice que este episodio es el origen del nombre del puerto de Saint-Pierre de Quiberon, muy alejado del calor de los naranjales de Andalucía.

Playa de la bahía de Quiberon

- © Sophie BENARD / Shutterstock

Hoy en día, este pequeño y encantador puerto ofrece una vista idílica de la bahía de Quiberon (¡fotógrafos en ciernes, preparad vuestras cámaras!). El encantador paseo marítimo Eric Tabarly, que une Port-Orange con la playa de Keraude, está salpicado de impresionantes casas frente al mar (¡algunas de ellas señoriales!), que harán las delicias de los amantes de la arquitectura y las bellas construcciones. Pasee por el paseo marítimo y respire la brisa marina.

Playa de la bahía de Quiberon

- © art_of_sun / Shutterstock

Para una pausa gastronómica, siéntese en la magnífica terraza de la crêperie Le Bigorn'eau para saborear una galette o un crêpe dulce. Justo encima del agua azul, bajo el cenador que protege del viento, disfrute de la magnífica vista de la playa de Keraude y de la tranquila bahía de Quiberon. Un verdadero rincón del paraíso donde también podrá simplemente disfrutar de un café o una copa al final del día. También se ofrecen degustaciones de ostras y se organizan veladas de música en directo todos los lunes de 19:00 a 22:00 durante la temporada de verano. Abierto todos los días de lunes a sábado, de 9.00 a 22.00 h.

Playa de la bahía de Quiberon

- © art_of_sun / Shutterstock

La bonita playa de Keraude es ideal para familias con niños. Situada a las afueras de Saint-Pierre de Quiberon y vigilada en verano, es el lugar perfecto para un baño tranquilo y agradable. También hay una pista de voley playa y una tienda de alquiler de kitesurf y windsurf.

Playa de Keraude, Saint-Pierre de Quiberon

- © Gimas / Shutterstock

Cerca del pueblo se encuentra la playa de Kermahé, igualmente hermosa, donde se encuentra el Club des dauphins, un club de playa muy acogedor que organiza un sinfín de juegos, competiciones y actividades para niños. También se organizan sesiones de remo, aeróbic acuático y paseos marítimos para adultos.

La playa de Kerbourgnec también es ideal para nadar y practicar deportes acuáticos. Puede aprender kitesurf, wingsurf y stand-up paddle en la escuela UPandKITE, que ofrece cursos de iniciación y perfeccionamiento para adolescentes y adultos. Tenga en cuenta que se requiere un certificado de natación para los menores. Contacto y reservas por correo electrónico: upandkite@yahoo.com. Abierto todos los días de 9 a 19 h.

Cerca de la playa, también podrá admirar los Alineamientos de Kerbourgnec, uno de los yacimientos megalíticos más notables de la península, compuesto por 26 menhires y declarado Monumento Histórico. Es como estar en la cantera de Obélix.

Kitesurf en Quiberon

- © art_of_sun / Shutterstock

Muy cerca se encuentra la espléndida Plage de Rohu, una larga y curvilínea franja de arena blanca sobre aguas cristalinas, perfecta encarnación del apacible estilo de vida de la bahía de Quiberon. Aún más idílica, la menos frecuentada Plage du petit Rohu es un remanso de tranquilidad para los que buscan silencio y soledad, incluso en pleno verano. Cerca encontrará la Ecurie du Rohu, que ofrece paseos en poni para todos los niveles de jinete, para que pueda descubrir los paisajes costeros y los pueblos típicos de Quiberon de una forma diferente.

por Hannah Slack
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