Un hombre, un sueño. Así podría resumirse la génesis del Acuario de La Rochelle. Esta joya de la corona de la ciudad nació del sueño de René Coutant de recrear el mundo marino. Dedicó gran parte de su vida a este proyecto, e incluso transmitió esta pasión a sus hijos.
El sueño empezó a hacerse realidad en los años 60, cuando René Coutant construyó sus primeros acuarios equipados con sistemas de filtración en circuito cerrado. Basándose en esta experiencia, en 1970 abrió un acuario de 250 m² en la ciudad de madera de La Rochelle. Había nacido el Aquarium de La Rochelle.