Visitar la colegiata de Saint-Martin en Colmar

Los vestigios de la primera capilla Saint-Martin de Colmar se remontan aproximadamente al año 1000. Las excavaciones realizadas en 1972 revelaron la presencia de un santuario del siglo XI que fue destruido por un incendio en 1106 y sustituido por una iglesia románica.

La colegiata gótica actual fue reconstruida entre 1235 y 1365. El uso de arenisca de los Vosgos en tonos cálidos que van del amarillo claro al violeta confiere a la iglesia toda su belleza. El edificio nunca se terminó del todo, ya que aún falta la torre norte prevista inicialmente.

Tras otro violento incendio en 1572, el armazón y la corona de la torre sur quedaron destruidos. Tres años más tarde, la torre fue sustituida por la linterna bulbosa original que da al edificio su silueta característica.

Durante mucho tiempo, los colmenses han considerado la colegiata de Saint-Martin como la catedral de la ciudad. En realidad, la colegiata de Saint-Martin sólo fue una verdadera catedral durante unos diez años. Durante la Revolución Francesa, un obispo se trasladó a Colmar y convirtió el edificio eclesiástico en la catedral constitucional del Alto Rin.

Sin embargo, los dos obispos constitucionales que se sucedieron nunca lograron establecerse y organizar una diócesis. El Concordato puso fin a esta situación en 1802, y Saint-Martin se vio "degradada" a iglesia parroquial, aunque todavía se la denomina a menudo "catedral" o "colegiata". El edificio está declarado Monumento Histórico desde 1840.

La colegiata de Saint-Martin es un buen ejemplo del estilo gótico en Alsacia. Está construida en piedra arenisca, una roca abundante en la región de los Vosgos, que se presenta en diferentes colores procedentes de distintas canteras. Esto forma parte del encanto de la iglesia desde el exterior.

La iglesia está rodeada de numerosos portales (algunos tapiados), el mayor de los cuales presenta un tímpano ricamente decorado. El colorido tejado confiere carácter al edificio. Por último, los macizos pilares de la fachada, de un estilo arquitectónico poco común, dan al edificio un aspecto bastante pesado visto de frente, que contrasta con el aireado aspecto de las ventanas del ábside.

Abra las puertas de la iglesia para descubrir el interior de este edificio religioso cargado de historia. El interior fue dañado durante la Revolución Francesa y ahora tiene un aspecto bastante sencillo.

A pesar de ello, la iglesia conserva en muy buen estado esculturas y vidrieras de la Edad Media. La colegiata de Saint-Martin alberga también un magnífico órgano, cuya caja fue construida en el siglo XVIII por el famoso organero de Estrasburgo Silbermann. Un segundo órgano, situado en el coro, permite ofrecer conciertos con dos órganos.

Durante muchos siglos, la iglesia albergó también la famosa Virgen del Rosal, pintada en 1473 por Martin Schongauer. Fue robada en 1972, recuperada fortuitamente en 1973 y trasladada a la iglesia de los Dominicos, donde se conserva actualmente.

Justo al lado de la colegiata Saint-Martin, Le 3 es un restaurante que sirve buena comida de brasserie y algunas especialidades alsacianas. Comida sencilla y sabrosa en un ambiente acogedor. Si hace buen tiempo, también podrá disfrutar de una terraza con vistas a la iglesia.

A la hora del aperitivo, diríjase a la Maison Alsacienne de la Biscuiterie, en la plaza de la Cathédrale. Con el paso de los años, se ha convertido en toda una institución en Alsacia, y es el lugar ideal para degustar especialidades locales como las famosas Bredele, los tradicionales Kougelhopfs y el famoso pan de especias. ¡Buen provecho!

A menos de 200 metros de la colegiata, el Hôtel Saint-Martin ofrece habitaciones decoradas al estilo típico alsaciano. En un entorno tradicional, este hotel promete una estancia romántica llena de encanto. Disfrute de un desayuno con productos locales variados. Y por si fuera poco, ¡la acogida es especialmente cálida!