La Grotte de Glace, un sueño despierto

La Grotte de Glace se encuentra en el corazón de la Mer de Glace, cerca de Chamonix. Como su nombre indica, esta gruta, que en principio adopta la forma de un corredor, está excavada enteramente en el glaciar. Aun así, a 1913 metros de altitud, se trata de una cueva artificial, pero no dude de su belleza, ya que el resplandor turquesa del hielo le dejará sin aliento. Además, se han instalado luces de colores para añadir un poco de brillo. También hay esculturas de hielo para que la visita sea aún más helada. Es una experiencia emocionante para disfrutar con los más pequeños.

© Magnus Bjermo / Shutterstock

Los orígenes de la Gruta de Hielo

Cada año, la Grotte de Glace se mantiene y se excava debido al espesor cada vez menor del glaciar. Fue en 1862 cuando nació la loca idea de crear una gruta artificial. La primera gruta se excavó en otro lugar, ya que la Mer de Glace llegaba hasta el fondo del valle, y se llamó Glacier des Bois. La Grotte de Glace que conocemos hoy se encuentra en este glaciar, dos kilómetros por encima de la primera gruta. Se construyó en 1946 y sufrió varias reformas hasta 1953. Al principio, los visitantes tenían que llegar a pie. Pero en 1960 se construyó un teleférico desde la estación de Montenvers. El acceso a la Grotte de Glace se hizo entonces seguro. Desde entonces, ha habido que añadir más de 400 escalones justo al lado de la carretera de circunvalación para llegar a la gruta. Además, debido al clima, parece que se está buscando un nuevo emplazamiento para la construcción de una nueva gruta.

© Cristian Puscasu / Shutterstock

Cómo llegar a la Grotte de Glace

Desde Chamonix, tome el tren de Montenvers hasta las alturas. Este pequeño tren rojo realiza un corto trayecto de 20-30 minutos, durante el cual podrá admirar el paisaje circundante. Más abajo se extiende el Mer de Glace (Mar de Hielo), con su característico dibujo de cebra y sus variadas tonalidades. No olvide reservar su billete con antelación si desea un asiento en este popular tren. Su aspecto recuerda a los trenes de antaño, ya que lleva circulando por estos raíles desde 1908.

A continuación, tome un teleférico hasta la Grotte de Glace, un poco más abajo. Así se suben los más de 400 escalones. Para los más valientes, también hay un corto sendero que lleva a la Grotte de Glace.

Interior de la Grotte de Glace, Chamonix

- © Jacek Jacobi / Shutterstock

Dentro de la cueva

La Grotte de Glace adopta la forma de un largo pasillo, donde también se exponen varias esculturas de hielo. Los escultores utilizan sierras de madera, planchas y rizadores para alisar el hielo. La exposición cambia cada año, así que si va por segunda vez, no tendrá mucha sensación de déjà vu. Las galerías están iluminadas con luces diferentes, algunas verdes, otras azules y otras moradas. Todo ello conforma una experiencia mágica que hará las delicias de grandes y pequeños. Un paseo en familia estimulante e insólito.

Testimonio

"Una gran experiencia para nuestro hijo de 10 años, al que le encantó. Fue divertido, educativo y perfectamente adaptado a los niños".

-Testimonio de Lucie.

Interior de la Grotte de Glace, luces, Chamonix

- © Zdenek Matyas Photography / Shutterstock

Las fotografías están permitidas, pero es mejor evitar el uso de flash para captar el brillo del hielo. Como es de esperar, hace frío, así que abríguese bien. Por término medio, se tarda entre dos y tres horas en llegar, visitar y salir de esta cueva. Así que tendrá que reservar una tarde o una mañana para dedicársela, sin prisas.

Al salir de la cueva

Una vez terminada la visita, puede tomarse su tiempo para pasear por la Mer de Glace. También en este caso, el paisaje bien merece las distracciones y, tras esta inmersión en el hielo, es posible que vea el panorama de otra manera. En las alturas, en las inmediaciones de la estación de Montenvers, hay un restaurante donde podrá disfrutar de una bebida caliente u otra bebida en una bonita terraza. Desde allí, podrá seguir admirando las montañas heladas. Aquí también hay un hotel, por si quiere disfrutar del cambiante paisaje al anochecer y al amanecer.

Información práctica

No olvide consultar los horarios de apertura de la cueva y del tren de Montenvers. En noviembre se realizan obras en esta zona, y las visitas pueden estar limitadas o cerradas. ¡Los niños son bienvenidos! Con ropa adecuada, podrán disfrutar de la belleza de esta cueva. Sin embargo, tenga cuidado con los numerosos escalones que hay que subir y bajar, ya que los niños pequeños y los que empiezan a andar se agotarán rápidamente. Los cochecitos de niños no están permitidos en la cueva, y no hay un acceso adecuado. Así que tendrás que ser lo suficientemente fuerte como para llevar a los más pequeños, o sigue nuestro consejo: ¡espera a que crezcan antes de planear esta excursión! Por último, no olvides informarte sobre los requisitos sanitarios del lugar, como consecuencia de la pandemia de COVID 19. Las condiciones pueden cambiar rápidamente, así que no dudes en visitar la cueva. Las condiciones pueden cambiar rápidamente, así que no dudes en ponerte en contacto con los lugares correspondientes para informarte.

por Naomi Tapiero
¿Necesitas ayuda? Consulta la Guía.
Chamonix
Chamonix
Últimas noticias
Túnez
Los mejores hoteles de Túnez
Turquía
Cultura, playa y fiesta: 2 semanas en la Riviera turca
Turquía
Pamukkale, el "castillo de algodón" termal
Turquía
Éfeso y Pérgamo, maravillas de la Antigüedad
Turquía
Bodrum, el Saint-Tropez de la costa turca
Todas las noticias
Mejores ciudades