Desde la noche de los tiempos, los majestuosos acantilados de Moher se han alzado sobre el océano Atlántico. Como es habitual en Irlanda, no pasó mucho tiempo antes de que los humanos empezaran a encontrar una dimensión mística en los acantilados, y las historias de brujas y sirenas se propagaron rápidamente de boca en boca. Tanto es así, que las leyendas de los acantilados de Moher se siguen contando hoy en día.
Nuestra favorita es la de la ciudad perdida de Kilstiffen. Se dice que hace mucho tiempo, la ciudad de Kilstiffen se alzaba orgullosa en lo alto de los acantilados de Moher. Un día, sin embargo, el soberano perdió la llave de oro del castillo, que se hundió bajo las aguas. Según la leyenda, la ciudad resucitará el día que se encuentre la llave. Mientras tanto, Kilstiffen sigue yaciendo en las frías aguas del océano...