Serre-Ponçon: después de las playas en verano, el extremo norte en invierno

Tras 15 años cerrada, la estación de esquí nórdico de La Draye reabrió sus puertas el 15 de diciembre de 2021. Las pistas de esquí de fondo están ahora abiertas al público, ofreciendo excursiones a 1.500 m de altitud, en un entorno que combina bosques de alerces y las montañas de los Altos Alpes. Una auténtica experiencia lapona, explorando el campo con perros de trineo. En Serre-Ponçon, una jauría de huskies y un musher le guiarán por un entorno de montaña salvaje.

Conviene saberlo: Puede coger su trineo tirado por perros directamente en la casa rural de la Draye. El precio ronda los 30 euros por persona para una introducción de una hora.

Cerca del lago de Serre-Ponçon, el dominio esquiable de Crévoux ofrece una amplia gama de actividades nórdicas. Lejos de las grandes estaciones de esquí, este paraje virgen cuenta con 6 pistas de esquí de fondo y 3 senderos para practicar raquetas de nieve o fat-biking. El programa del albergue nórdico también incluye trineos y trineos tirados por perros.

Este año se ha diseñado un itinerario permanente de senderismo para ofrecer a los amantes de la naturaleza mayor independencia y libertad. Sin cruzar nunca las pistas de esquí, la ruta permite descubrir los tesoros de la región, como la cascada de Razis, que se congela de hielo en invierno, la cresta de Ratelle y los bosques de alerces de los Alpes del Sur.

¿Se imagina ponerse los esquís para ir a un museo? En Crévoux, la ruta de las hadas ofrece esta experiencia única. Las obras expuestas en plena naturaleza en verano se visten de blanco en invierno y se transforman por completo. En total, hay una veintena de obras creadas in situ por artistas internacionales para descubrir. Algunas de ellas se pueden contemplar desde la pista de esquí de fondo de Crachet. Un paseo original y poético.

Al atardecer, el ambiente en las montañas de Serre-Ponçon es diferente al del día. En la oscuridad de la noche y bajo un cielo estrellado, una atmósfera mística se apodera del valle. Para experimentar esta magia hechizante, se organizan excursiones con raquetas de nieve acompañadas por un guía que acompaña a pequeños y mayores por un sendero de 3 km mientras les cuenta las historias y leyendas de las montañas. El sonido de las pisadas y la luz de las velas revelan el blanco de la nieve.

Más información: Los paseos tienen lugar los martes y viernes, y cuestan unos 26 euros por adulto y 20 euros por niño para la ruta de 1,5 horas. Más información en el sitio web.