Las maravillas del lago Bourget

Con sus 18 km, el lago Bourget es el mayor lago natural de Francia. Situado en Aix-Les-Bains, el lago y sus aguas turquesas invitan al baño. A su alrededor se han habilitado una decena de playas que ofrecen a los aficionados a actividades emocionantes como el wakeboard, el esquí acuático o el rafting la posibilidad de pasarlo en grande. Los turistas también pueden disfrutar de actividades más tranquilas, como el paddle board, el kayak o un paseo en barco por el canal de la Savière para descubrir el bucólico pueblo de Chanaz.

Si el canal de Savières está considerado uno de los más bellos de Francia, se lo debe en parte a su punto de partida: el pueblo florido de Chanaz. El entorno, donde pantano y montaña se funden a la perfección, es encantador. Esta pequeña Venecia saboyana cuenta con numerosos tesoros, como un molino hidráulico de aceite, una esclusa, chalés sobre pilotes... y callejuelas salpicadas de talleres artesanos.

Para un almuerzo soleado junto al agua, elAuberge de Savières y la maestría de sus chefs acogen a los visitantes en un marco idílico. En el menú, las especialidades del mar y de la tierra se combinan con los sabores saboyanos; ¡una explosión en la boca!

Dirección: 545 Route du Canal, 73310 Chanaz

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Situada a orillas del lago Bourget, Aix-les-Bains fue un destino de vacaciones imprescindible para la alta sociedad europea de finales del siglo XIX. Como su nombre indica, la reputación de la ciudad se basaba en sus baños termales. Hoy en día, Aix-les-Bains cuenta con dos termas: las Thermes Marlioz y las modernas Thermes Chevalley Valvital.

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A lo largo del año, numerosos visitantes de balnearios acuden a disfrutar de los efectos positivos de las aguastermales de la ciudad. Durante una noche, una semana o incluso un mes, las jornadas de estos viajeros se ven salpicadas de tratamientos corporales y faciales, así como de diversos cursos y terapias. El ambiente acogedor es especialmente evidente en los numerosos y refinados restaurantes a disposición de los visitantes de los balnearios. Sabores únicos para degustar en un entorno donde la relajación es la consigna.

Además de un tratamiento termal, ya sea una simple vuelta a la forma física o una cura completa, una estancia en Aix-les-Bains sería inconcebible sin apostar unos euros en el Casino Grand Cercle. Situado en pleno centro de la ciudad, este imperdible edificio **del siglo

** XIX cuenta con un teatro a la italiana de 900 localidades y magníficos mosaicos en sus techos. Es uno de los casinos más notables de Saboya y, sin duda, la mayor atracción de la ciudad.

En invierno, además de poder disfrutar de la estación de esquí de Mont Revard, una de las más antiguas de Francia, famosa por su inmenso dominio de esquí de fondo, podrá llegar a las principales estaciones de esquí de Saboya en sólo una hora de coche. En verano, el macizo de Bauges y los Prealpes son ideales para el senderismo, al igual que la Dent du Chat, el punto más meridional del macizo del Jura, cuyas laderas se precipitan abruptamente hacia el lago. Un entorno ideal que mantiene ocupados a los visitantes durante toda su estancia, tanto en invierno como en verano.

Al otro lado del lago, el esplendor dela abadía de Hautecombe es asombroso. Lugar sagrado fundado en el siglo XII, su singular arquitectura gótica trovadoresca parece a punto de sumergirse en el agua. Parcialmente abierta al público, la mayor parte del edificio sigue habitada por una congregación.

Tras un impresionante recorrido de 30 minutos, los viajeros pueden disfrutar de un agradable paseo por el parque y bajar hasta el embarcadero. Es un interludio real, con sus numerosas e impresionantes vistas sobre el Lac du Bourget y sus impresionantes tonos turquesa.