Punto de partida de su aventura por los paisajes salvajes de la Haute-Soule, el pequeño pueblo de Saint-Engrâce, uno de los más "montañosos" del Pays-basque, ya nos sumerge en una atmósfera exótica. Situada a 630 metros de altitud, entre verdes cumbres, esta encantadora aldea nos da la estimulante impresión de haber recorrido miles de kilómetros para aterrizar en el fin del mundo. Es imprescindible visitar laiglesia de Sainte-Engrâce, un soberbio edificio románico del siglo XI, de arquitectura atípica y una de las etapas del peregrinaje a Compostela. Con sus impresionantes vistas sobre la campiña circundante, es un lugar donde los misterios del pasado se sienten con intensidad.
Partiendo de Saint-Engrâce, encontrará 7 recorridos señalizados para todos los niveles, de 2 a 7 horas de duración. Estos senderos, de nivel variable, le permitirán descubrir la diversidad y la belleza de los paisajes de la Soule, desde majestuosos cañones hasta verdes prados donde pastan las ovejas. Para los senderistas más experimentados, un paseo que parte de la iglesia le llevará al soberbio paraje de las Gargantas del Ehujarre.