Navegar por el lago no es tan habitual. El lago tiene una superficie de 500 km2, y no son raras las rachas de viento, e incluso las tormentas, sobre todo en los cambios de estación. Así que hay que ser un marinero experimentado antes de embarcarse en este tipo de navegación.
Por las mismas razones que San Francisco es ventoso, también lo es el lago Tahoe. El calor del valle crea una depresión con el frescor del lago, lo que genera vientos violentos. Como resultado, el viento se levanta todas las tardes en cuanto el valle se calienta. Hay que ser consciente de ello en cuanto se zarpa en el lago, sobre todo con un velero.
Puede alquilar un velero con o sin patrón. Suelen ser más pequeños que los de motor. Así que, si vas en grupo, merece la pena sopesar estos dos medios de navegación.