El Aquileion, Sissi la Emperatriz en Corfú

Incluso en vida, la Emperatriz Isabel de Austria-Hungría fue una figura popular en Europa, debido a su actitud rebelde frente a las costumbres de la monarquía austriaca de finales del siglo XIX. Figura romántica que sufría síndromes depresivos, también tuvo un trágico final: el mito de Sissi la Emperatriz perdura hasta nuestros días.

Para comprobarlo, basta con visitar el Achilleion de Corfú. Muy lejos de su Baviera natal. A los 24 años, Sissi se enamoró de esta isla griega de suntuosos paisajes, donde se sentía más a gusto que en Viena. Así que decidió construir allí un palacio, una gran villa italiana con un total de 128 habitaciones de estilo pompeyano (incluso pomposo), tan confortable como podía ser y con unas vistas inmejorables.

Terminado en 1891, Sissi se encargó de la decoración interior del palacio. Como su nombre indica, el palacio está dedicado a Aquiles, el héroe de la mitología griega (cf. Talón de Aquiles), a quien la Emperatriz dedicó un verdadero culto: su estatua se sumó a las demás esculturas inspiradas en la Grecia clásica que adornan el recinto.

El Aquileion fue un popular destino de vacaciones para Sissi hasta su trágico asesinato en Ginebra en 1898 a manos del anarquista italiano Luigi Lucheni. El Kaiser Guillermo se hizo cargo del palacio, añadiéndole su toque personal. Durante la primera mitad del siglo XX y sus guerras, el Achilleion cambió de manos y usos, antes de transformarse en casino en 1962.

30 años más tarde, el Achilleion volvió a una función más noble, acogiendo grandes reuniones internacionales, antes de convertirse en el museo que es hoy.

En temporada, muchos visitantes pasan a diario por las salas del Achilleion, una de las grandes atracciones de Kerkyra, la capital. Tampoco se olvidan de los grupos. Atención: es mejor llegar pronto, si es posible a la apertura, para visitarlo con tranquilidad.

El descubrimiento del Aquileion se divide en dos partes. Las formas del propio palacio gustarán más o menos a todos los gustos. En el interior, se puede deambular de sala en sala (no todas están abiertas a los visitantes, ¡son demasiadas!), en el transcurso de una exposición dedicada en particular a la vida de Sissi, a través de objetos, muebles y obras elegidos por la Emperatriz para decorar su palacio. También se habla del Kaiser Guillermo, pero no es tan popular entre el público.

La segunda parte del recorrido transcurre por el lado del jardín. Se trata de una especie de espectáculo. Desde lo alto, este parque de 80 hectáreas perfectamente cuidado, exuberante y sombreado, está salpicado de estatuas, entre ellas la enorme estatua de Aquiles en su centro. Desde el parapeto, se divisa una magnífica panorámica de Corfú y el continente: la capital Kerkyra, la pequeña isla de Pondikonissi, el monte Pantokrator, la costa del Epiro en Grecia... ¡Una foto imprescindible!