Nadar con tiburones y visitar el fondo marino de Hurghada

Oasis en medio del desierto, el Mar Rojo es una extensión de agua enclavada entre el Norte de África y Oriente Próximo. Con una superficie de unos 450.000 kilómetros cuadrados, el Mar Rojo ha tenido muchos nombres. A lo largo de los siglos y de los pueblos que lo han cruzado, se le ha llamado "Mar de los Juncos" o "Golfo Arábigo".

Algunos se sentirán decepcionados, pero desgraciadamente el Mar Rojo no es rojo.

El origen de su nombre reside probablemente en el hecho de que, varias veces al año, las floraciones de algas dan al agua un color rojizo.

Sea como fuere, el Mar Rojo es muy importante para el comercio y el intercambio de mercancías entre los países de Oriente Próximo, ya que sirve de enlace entre el Mar Mediterráneo y el Océano Índico, sin pasar por alto el continente africano.

Las condiciones del Mar Rojo son perfectas para nadar, bucear con tubo y submarinismo, con una temperatura superficial que oscila entre los 21 y los 25 °C durante todo el año. ¡Es uno de los mares más cálidos del mundo!

Es uno de los mares más cálidos del mundo, con una excelente visibilidad hasta una profundidad de unos 200 metros. La extrema salinidad del Mar Rojo, de unas 42 unidades prácticas de salinidad, hace que los nadadores puedan flotar casi sin esfuerzo. Esta característica suele tranquilizar a los nadadores novatos.

El Mar Rojo se creó cuando las placas tectónicas arábiga y africana se separaron, y los egipcios fueron los primeros en intentar explorarlo. Religiosos o no, todos conocemos la historia del Éxodo, que cuenta cómo Jesús, por el poder de Dios, partió el Mar Rojo en dos para conducir a los israelitas a la libertad.

El Mar Rojo hoy

Hoy en día, el Mar Rojo es un popular destino turístico, con muchos submarinistas que vienen a descubrir el fondo volcánico de este mar increíblemente salado.

Antes de visitar cuevas submarinas, el fondo del océano o pecios a cientos de metros de profundidad, el submarinismo comienza siempre con una primera inmersión. ¿El objetivo? Familiarizarse con el paisaje, las técnicas de respiración, el lenguaje del buceo y, por supuesto, las instrucciones de seguridad. Una primera inmersión es una oportunidad para hacerse una idea del fascinante mundo del submarinismo y probar algo nuevo durante sus vacaciones en Egipto.

Hurghada es un lugar muy popular para bucear.

Vienen buceadores de todo el mundo para admirar los 4 pecios del arrecife de Abu Nuhas, el pecio del Rosalie Moller a 50 metros de profundidad y los pecios de las islas Giftoun, que en su día fueron embarcaciones locales y ahora son accesibles para buceadores principiantes con el certificado PADI o CMAS 1 Open Water. En el agua, se pueden ver tortugas, rayas, peces escorpión y barracudas, y en algunos lugares, como Dolphin Reef, se puede bucear con delfines, ¡una experiencia mágica!

Este circuito mundialmente famoso entre las islas Brothers, Daedalus y Elphinstone cuenta con tiburones martillo y otros especímenes en tres de los lugares de buceo más bellos del Mar Rojo.