Esquiar, por supuesto. Las zonas de esquí están abiertas de diciembre a principios de mayo, dependiendo de las condiciones de la nieve. Con 400 km de pistas alpinas y 45 km de pistas de fondo, la famosa estación de Megève está cerca del Mont Blanc y acoge tanto a esquiadores experimentados como a principiantes. Los paquetes familiares le permiten esquiar mientras sus hijos están en la escuela de esquí o en la guardería.
A caballo entre los departamentos de Alta Saboya y Saboya, el macizo del Mont Blanc también se extiende, en parte de sus 400 km², por Italia y Suiza. Paraíso de los esquiadores, también atrae a otros visitantes gracias a su amplia oferta de actividades. De hecho, la oferta es tan amplia que a menudo se dice que el macizo del Mont-Blanc es un destino de 4 estaciones.
La accesibilidad ha mejorado mucho en los últimos años, y se han hecho grandes esfuerzos para ofrecer vacaciones y actividades para familias, amigos y particulares. Muchos turistas que se alojan en Megève aprovechan la oportunidad para descubrir esta impresionante y hermosa cadena montañosa. Una visita obligada tanto en verano como en invierno. Afortunadamente, la estación se ha desarrollado respetando el estilo alpino, preservando el encanto chic y auténtico que caracteriza a Megève y sus alrededores.
¿Qué se puede hacer en invierno en el macizo del Mont Blanc?
Pero el macizo del Mont-Blanc también ofrece muchas otras experiencias al aire libre. Excursiones con raquetas de nieve, parapente o divertidos paseos en trineo: ¡no le faltará donde elegir!
Más original aún, puede surcar los cielos con un vuelo en helicóptero sobre el Mont Blanc (a partir de 160 €) o en globo aerostático (a partir de 285 €): una experiencia impresionante, para admirar esta montaña emblemática desde un nuevo ángulo.
Qué hacer en verano en los alrededores del Mont Blanc
⛰️Si Si se siente aventurero, aproveche el tiempo veraniego para escalar el Mont Blanc. Para ello, diríjase a Chamonix, a unos 45 minutos en coche de Megève. Varios guías de montaña ofrecen cursos de alpinismo para todos los niveles, con el fin de prepararle para la mítica ascensión. Lo mejor para los principiantes es optar por un paquete de 5 ó 6 días, que le permitirá prepararse bien, gradualmente y sin sobreesfuerzos. Los cursos tienen lugar al principio o al final de la temporada, siendo junio y septiembre los mejores meses.
Para los amantes de las emociones fuertes, el teleférico de la Aiguille du Midi es una experiencia especialmente impresionante. Tras un ascenso de 20 minutos, imagínese suspendido en una caja de cristal, ¡mil metros de vacío bajo sus pies! Si le dan miedo las alturas, puede simplemente disfrutar de las impresionantes panorámicas y tocar la nieve en pleno agosto.
¿Dónde y qué comer cerca del macizo del Mont Blanc?
En la estación del Mont-Blanc, los platos tradicionales de Saboya se sirven de nuevas formas en las mesas de los mejores restaurantes, en una de las numerosas terrazas bien expuestas o en el ambiente acogedor de un chalé junto a una chimenea. No se pierda los platos locales: fondue saboyana, raclette, diots (salchichas saboyanas) con crozets o un sencillo plato de charcutería local acompañado de Abondance, el generoso queso afrutado que se produce en la región.
En Megève, el restaurante de altura Face au Mont Blanc dispone de una terraza con vistas a la montaña: un marco de postal que nunca se cansará de admirar.
¿Dónde dormir frente al Mont Blanc?
En función de su presupuesto y sus necesidades, Megève y los alrededores del Mont Blanc ofrecen una amplia gama de alojamientos. Desde palacios de 5 estrellas hasta bed and breakfasts, existen todo tipo de alojamientos. Para las familias, las residencias hoteleras y los pisos de alquiler siguen siendo la mejor opción.
Situada en las alturas de Megève, la residencia de 3 estrellas Les Chalets du Prariand ofrece una vista directa del Mont Blanc: ¡suficiente para alegrarle el día nada más despertarse!
¿Cómo llegar al macizo del Mont Blanc desde Megève?
Todos los caminos llevan al Mont Blanc. El pueblo de Megève está situado a las puertas del macizo, por lo que es fácil llegar en coche o en el servicio de lanzaderas "Meg'bus" a disposición de los veraneantes. Estas lanzaderas también disponen de guardaesquís para facilitarle el viaje. Para una ocasión especial, también puede optar por un paseo en limusina o helicóptero, que le dejará en lo alto de las pistas... ¡un lujo reservado a los presupuestos más elevados!